VOLVIENDO A TRANQUILIZARME

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Alguna vez oí que hacer el amor después de una discusión se disfruta mucho más; ahora estoy tranquila y feliz, después de un día de tormento, estoy deliciosamente satisfecha; la expresión debe ser cierta.

Louis duerme junto a mi pecho desnudo, está tan cerca que siento su respiración caliente en mi piel, yo también quiero dormir, pero mis sentidos siguen alertas. Pienso que si me duermo y no escucho, ella nos rodeará y me quitará a mis bebés, pero al fin el sueño me gana y duermo; siento que apenas han pasado unos minutos cuando escucho un sonido y me siento de golpe.

— Cubre eso— me dice Louis que se está vistiendo para ir a trabajar—, no quiero que nadie más que yo te vea así.

— ¿Tú hiciste el ruido?— pregunto cubriéndome la desnudez.

Se me acerca y me besa la frente— solo hay ruidos en tu cabeza, recuéstate, los niños siguen dormidos.

— Debo hacer el desayuno— respondo y recibo la ropa que él me entrega, me visto y mi mente está más relajada hasta que viene el recuerdo—. No vayas— digo y él se detiene—, te hará algo malo, seguro te espera allá con alguna acusación o algo para chantajearnos.

— Sigues siendo tan ingenua— me besa en la frente de nuevo—, recuerda dónde estamos, no puede usar su poder aquí, al menos no tan rápido como si estuviera allá.

— ¿Y si vuelve aquí?— me refugio en su pecho.

— Ay niña rica— me abraza—, estarás bien, solo no asustes a los niños de nuevo— asiento con vergüenza—. Alístame a los caballos— recuerdo que hoy es sábado—, y haz un delicioso almuerzo.

Lo veo salir y me muerdo el labio— no, tranquila, él está bien, estamos bien— le digo al viento.

Dueña de mi LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora