Llegamos al templo y bajo sin dudar. Erick me extiende la mano y yo se la tomo. No importa que es matrimonio, solo importa que yo voy con Erick, no, Louis, ese nombre me gusta más.
Camino firme adentro y en la antesala me espera Miranda con una sonrisa en los labios y un abrazo guardado— lo logró señorita, lo logró— me da un vistazo y me dice—, tengo uno más bonito, será rápido— me lleva a un lado oculto y por última vez me ayuda a arreglar mi vestido—. Así estará bonita—sonrío y quiero preguntarle algunas cosas, pero he perdido tiempo con mis dudas ingenuas y no puedo tardar más—. Verá que si es bonito casarse— me dice y coloca en mi mano una bolsita—. Tómelo como un regalo de boda, es poco, pero le ayudará en su huida y en comprarse algo más de ropas.
Salgo de mi lugar y voy donde me espera mi futuro esposo. Extiendo mi mano y él me la toma, no sin antes mirarme a los ojos, sé que busca, quiere cerciorarse que no lo hago por obligación, yo le sonrío con sinceridad y él se ve más aliviado.
Juntos vamos al frente donde nos espera el pastor que nos casará. Nos pregunta nuestros nombres y yo respondo el mío. Erick me aseguró antes que el hombre está al tanto de nuestro plan.
— Pero necesito alguna identificación suya— me dice— para hacerlo constar como legal.
Mi futuro esposo encuentra allí un dilema, pero yo no— dame mis tesoros— le digo, él me mira extrañado, pero me los da, los traía junto a él todo este tiempo. Yo abro la bolsita, saco el regalo de papá y le muestro al pastor que lo examina y asiente satisfecho.
— El sello de su padre, es todo lo que necesito— prosigue y minutos después estoy casada, pero no tengo miedo, he dicho "acepto" sin ninguna obligación.
Miranda firma como mi testigo y por parte de Louis firma un amigo suyo que nos trajo los anillos y que también se marchará luego de esto.
El amigo se despide de mi esposo y Miranda de mí, me abraza— no tenga miedo por mí— me dice—, yo regresaré como si nada y cuando me despida, porque en algún momento lo hará, también me iré— yo le tomo las manos y me siento aliviada por lo que me dice—. Nadie en mi familia sabe lo que estoy haciendo en estos momentos— le sonrío—. Usted puede mandarme una carta a esta dirección cuando quiera— me da un papel—, mi familia se encargará de hacérmela llegar.
El pastor también habla, pero es para mi esposo y yo— ustedes sabrán, yo no puedo mentir, cuando me pregunten yo hablaré— me decepciono al oírlo—, pero— sonríe— hasta que se enteren lo que pasó, ustedes estarán completamente a salvo.
Los tres nos despiden y nosotros montamos los caballos y partimos. Nuestra constancia de casados se queda en el templo del pastor y su copia está en mi bolsita de tesoros. He perdido mi apellido, ahora llevo el de mi esposo y soy feliz.
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Dueña de mi Libertad
Historical Fiction"Tú no eres esclava de nadie y nadie decide por ti" esas fueron las últimas palabras que me dijo papá antes de morir. A pesar del tiempo no puedo comprender su mensaje y estoy dispuesta a aceptar las pesadas reglas que me impone la sociedad en que n...