NARRA DAMIAN
—¡¿QUÉÉÉÉ?!
—Lo que oyes.
—¡No me lo puedo creer! —exclamó Becky.
—¡¿Cómo pudiste aceptar, jefe?! ¡Es una plebeya! —decía Ewen.
—No tenía alternativa.
—¡Un poco de respeto, ¿no?! —dijo Becky—. ¡Es mi amiga y ahora pareja de vuestro jefe!
«¡PAREJA!» grité en mi mente. «¡Sigo sin poder tomármelo a una broma!».
—¿Y... a qué se debe esto? ¿No decías que jamás estarías con una plebeya, paticorta, fea y de piernas gorditas como ella? —cuestionó Becky mirándome vacilona.
—¡Cállate, he cambiado de opinión! ¡Eso es todo!
—Ya... Veamos lo que nos dice el testigo por sí mismo —continuó diciendo—. ¡Anya, ven! —la llamó, haciéndome quedar de piedra.
Segundos después, se acercó adonde nosotros.
—¡Buenos días, chicos! —nos saludó, alegre—. ¿Qué es lo que pasa?
«Hoy... está muy linda» pensé, sonrojado. «¡¿Pero qué estoy pensando?! ¡Debo estar loco!».
Anya me miró confusa.
—¡¿Es verdad, enana, que Lord Damian y tú estáis saliendo?! —preguntó Emile.
Anya alzó una ceja. No podía dejar de estar nervioso. Mis latidos solo aumentaban.
—¡Así es! ¡Estamos superjuntos! —exclamó feliz.
Todos nos quedamos boquiabiertos. No lo podíamos creer. Yo pensaba que me iba a desmayar.
—¡¡¡AAAAHHH!!! ¡NO ME LO CREO! —gritaba Becky como loca—. ¡El efecto de los cómics se ha hecho realidad!
Todos la miramos confusos.
~~~
Fuimos a clases y me senté donde siempre. Esta vez, solo se me acercó una chica.
—Damian, ¿es verdad que...?
—¡Sí y no molestes al mismísimo señorito Damian! —me defendió Emile.
—¡Pero no tiene sentido! ¡Forger es solo una plebeya! ¡Damian debería de estar conmigo! —seguía diciendo la chica, llamando la atención de todos.
—¡El señorito ha preferido a la enana antes que a ti, así que regresa a tu mesa y replantéate el porqué la plebeya se ha ganado el corazón del señorito y no el tuyo! —le exclamó Ewen.
Yo lo miré sorprendido y ruborizado.
—¡UGHHH! —gruñó ella pasando cerca de Anya y lanzándole miradas asesinas. Anya solo le sonrió falsamente.
Fruncí el ceño y giré mi cabeza hacia la pared.
—¿Es eso cierto, alumnos? —preguntó de repente Henderson en medio de la clase—. ¿Hay una pareja en esta clase?
Todos nos quedamos en silencio, ya que no nos esperábamos que Henderson ya hubiera llegado a clase y que hubiera escuchado toda la discusión.
Me quedé sin palabras, temblando por lo que podía pasar.
—¡Sí! ¡Una elegante pareja! —respondió Becky haciendo corazones con las manos.
Henderson no dijo nada y nos observó a todos desde lejos.
—¿Y quiénes son? —Nadie dijo nada—. Me gustaría saberlo.
Tragué saliva y pronto sentí demasiadas miradas sobre mí.
Henderson, al ver las miradas, supo instantáneamente que se trataba de mí.
—¿Señorito Desmond? ¡Qué sorpresa! —exclamó él—. Anda, ponte a mi lado.
Sin más remedio, me levanté y me encaminé hasta ponerme a su lado.
Sentía mil y un miradas por todas partes. Estaba demasiado nervioso, y mucho más por la situación y al estar al lado de un profesor que me estaba haciendo preguntas respecto al tema. Sentía que en cualquier momento me llevaría un Tonitrus por pensar que tenía una pareja de verdad. ¡¿Cómo había acabado así?!
Alcé mi mirada y observé a Anya, quien no despegaba la mirada de nosotros. Estaba muy linda, ya lo había notado antes... ¿Habrá sido realmente ella la razón por la que acepté salir con ella de mentira o habrá sido por mi padre? Hace un día estaría seguro de que era por mi padre, sin embargo, hoy había comenzado a dudar.
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NARRA ANYA
El Segundo estaba demasiado intranquilo ahí, delante de todos. No dejaba de mover los ojos de un lado para otro. Y, por otro lado, estaba el profesor chismoso, Henderson, quien estaba mirándonos a todas las chicas de la clase como si mirándonos pudiera adivinar quién era la pareja secreta (ya no muy secreta) de Damian.
Becky me decía cosas en susurros, riéndose de la situación actual, pero yo solo estaba concentrada en el panorama.
—¡Ya lo sé! —El profesor Henderson señaló a una chica de una esquina—. ¡Sé que eres tú, Anderson! ¡No dejas de mirar al señorito tímidamente!
—¿Y... yo? ¡Pa... para nada! —preguntó ella muy tímida—. No soy la pareja del señorito Desmond, profesor.
Henderson alzó una ceja, sin poder creérselo.
«Realmente estaba seguro de que era ella. Siempre pensé que harían una linda y superelegante pareja ambos juntos» le escuché decir en su mente. «¿Quién más podría ser?».
Henderson siguió mirándonos a todas hasta que se paró delante de mí. Todos en el aula jadeamos.
«¡¿Me ha descubierto?!» pensé nerviosa.
Henderson se fue acercando adonde mí hasta que se paró en frente.
—¡Blackbell, seguro que eres tú!
Ella lo miró con desagrado.
—No.
—¡Claro que sí! Anda, levántate y ponte al lado del señorito Desmond!
Becky hizo un gruñido y se levantó de su asiento. Se colocó al lado de Damian y me miraba con angustia.
Yo le dirige una sonrisita.
—¡Qué pareja más elegante! ¡Las familias Blackbell y Desmond! ¡Qué poderosas!
Ambos pusieron los ojos en blanco.
—No estamos juntos, profesor —le repitió Becky.
El profesor echó un largo suspiro.
«¿Qué otra chica podría ser la indicada?» seguía pensando Henderson, dando la espalda a todos nosotros.
Aprovechando el momento, todo el mundo me miró. Sentí mi cuerpo temblar del agobio.
Henderson giró su cuerpo y les pilló a todos mirándome fijamente. Desvió sus ojos a los míos.
Becky se emocionó y echó un gritito de emoción.
—¿Es esto cierto? —Henderson se dirigió adonde Damian y me señaló—. ¿Forger es tu pareja?
Damian se quedó mudo y recibió las miradas de toda la clase. Por un momento pensé que se quedaría callado o que lo negaría, pero solo tardó unos segundos en contestar esto:
—Así es. Ella... —me miró— es mi novia.
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Léeme - Damian x Anya
Fanfiction~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del presidente del Partido de Unidad Nacional de Ostania. Con el fin de mantener su tapadera como una fam...