Léeme - Damian x Anya

Capítulo 52

NARRA ANYA

No sabía por qué estaba sintiéndome de esa manera. Nada más escucharle a Mira decir "celosa", empecé a ponerme muy nerviosa.

—Sí, así es —dijo ella sonriéndome—: envidia.

«¿Yo sentir envidia por el Segundo?», me pregunté. «No lo creo...».

—No creo que sienta eso —dije a Mira—. Yo no siento envidia por él. De hecho, la razón por la que hice lo del vídeo fue porque quería ser su amiga, ya te lo he dicho.

—Ya, pero... no me refería a eso —dijo ella—. ¿Anya, sentiste celos o envidia por nuestro beso?

«Se refería a eso...», pensé. «¿Yo sentir envidia por ese beso? ¿Por qué sentiría eso? No tiene sentido».

—¿Por qué iba a sentir yo envidia por eso? —pregunté.

—No sé... Quizás... porque te habría gustado hacer lo mismo —murmuró.

«¿Yo besar al Segundo?», me pregunté atónita. «No, no, no. Anya solo besa a papá y mamá. Además..., cuando el Segundo y yo estábamos juntos falsamente, Becky en un momento dado dijo que éramos muy peques para empezar a besarnos... Dijo que eso solo lo hacían los adultos... aunque ella ya se hubiera besado con Emile, en fin...».

—No —dije negándolo—. Además, Anya solo quiere ser amiga del Segundo.

Mira esbozó una sonrisa, desviando su mirada.

—Vaya, es una pena... Besar a Dami es algo mucho más especial de lo que parece...

«¿A qué se refiere?», pensé mirándola fijamente. «¿Cómo que especial? ¿Qué puede tener de especial besarse con otra persona? ¿Qué querrías transmitirle a la otra persona con un beso? ¿Acaso es algo necesario? ¿Es algo de lo que debería sentir envidia? Es que..., siendo sincera..., yo solo beso a mis papis... y únicamente en las mejillas».

Mira giró su cabeza y esbozó una sonrisita.

—No sabía que leyeras manga —dijo ella, cambiando de tema, y acercándose a mi escritorio donde tenía el cómic que recientemente me estaba leyendo.

Mira se dio la vuelta con el cómic en las manos.

—¿Coup de foudre?

—Vaya, lo pronuncias bastante bien —dije, sorprendida.

—Es que aprendía francés en mi antiguo colegio. —Repasó el cómic y luego me miró—. ¿Te gustan los mangas románticos?

Pestañeé y me ruboricé un poco.

—Esto... fue algo que Becky me regaló para que fuera aprendiendo un poco acerca del amor y todas esas cosas que las parejas enamogadas hacen —expliqué tímidamente.

—Ya veo... —dijo ella, dejando el cómic en la mesa—. ¿Anya, sabes lo que quiere decir el título del manga?

—La verdad es que no. Siempre me lo he preguntado —admití.

—Quiere decir "amor a primera vista".

«¿Amor a primera vista?», repetí curiosa.

—Supongo que jamás lo has experimentado —dedujo Mira viéndome la cara de pasmada que tenía. Echó unas risillas—. Es normal. Eso no suele ser algo que muy habitualmente ocurre a nuestra edad.

—¿Y a qué edad sí es habitual? —pregunté.

—Pues... quizás sobre los 14 o 15... No sé, eso suele ser algo muy variado. Pero lo normal sería que te ocurriera durante la adolescencia.