Capítulo 7

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NARRA ANYA

No había hablado con Ken durante varios días. Era agradable volver a hablar con él. Había veces que sentía que lo utilizaba un poco, puesto que él siempre insistía en ayudarme con los estudios. A veces me negaba por esa misma razón, pero casi siempre acababa aceptando.

Eso hizo que pasase menos tiempo con mi mejor amiga, pero a lo largo de la semana fui viendo que se la pasaba con Emile, Damian y Ewen. Y siempre acababa molesta. Una reacción razonable.

—¡Esos cretinos!

—No les hagas caso, Becky.

—¡No hay quien los aguante! ¡Me han estado llamando necia por haber sacado una peor nota que ellos en el último examen de química! ¡Saqué un 7! Sé que no es una buena nota, pero ¡no hay razón para hacer algo así! ¿No lo crees?

—Yo saqué un 5 de 10...

—¡Y encima se lo dicen a toda la clase para burlarse de mí! ¡No hay quien los aguante!

—Tranquila, amiga, tranquila —le dije consolándola dándole palmaditas en la espalda—. No te vuelvas a juntar con ellos y...

—¡Se van a enterar la próxima vez esos malnacidos! —exclamó y se fue dando buenas zancadas.

«Ojalá yo sacara sietes...» pensé suspirando.

—Anya Forger, ve al despacho del director —me llamaron por la megafonía.

«¿Qué habrá hecho ella ahora?».

«Ja, ja, seguro que la expulsarán».

«La delataron, ja».

«A ver cómo sale de esta...».

Caminaba hacia el despacho rodeada de estudiantes que solo hacían pensar mal de mí, lo cual hacía que mis nervios aumentaran. Incluso empecé a pensar que lo que los estudiantes pensaban de mí ocurriría de verdad.

Entré al despacho.

—Siéntese —me dijo el director.

—¿Ocurre algo?

—Me gustaría que me explicara lo que pasó ayer. No informaste tu ausencia.

—Umm...

—Debe de tener en cuenta que una ausencia tan grande como la de faltar un día entero de clases puede hacer que reciba un Tonitrus. —Se me palideció la cara—. ¿Ya lo sabía, verdad? —Asentí—. ¿Entonces qué fue lo que ocurrió realmente, señorita Forger?

—Ayudé a un enfermo —respondí.

—¿Un enfermo?

—Sí, al Segund... ¡a Desmond! —me corregí.

—¿A Desmond? —repitió.

«Eso es elegante, muy elegante. Pero necesito pruebas de que lo que dice es verdadero» le escuché decir.

«¡La evidencia!» pensé aterrada.

—¿Tiene algo más que comen...?

—¡Lo traeré! —exclamé y salí corriendo del despacho.

~~~

Busqué a Damian por todas partes hasta que me encontré cara a cara con Ken.

—¡Vaya, ho...! —me saludó pero se interrumpió a sí mismo—. ¿Anya, estás bien? Te veo apurada. ¿Has perdido algo valioso?

—¡Busco al Segundo! —farfullé—. ¡Ayúdame a encontrarlo, es muy importante!

Ken me miraba estupefacto.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora