Capítulo 39

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NARRA ANYA

Había pasado un mes. 14 de febrero. San Valentín. El día de los enamorados.

«San Valentín...», me decía mientras pasaba las hojas del cómic que me estaba leyendo. La segunda parte ya me la había terminado y ahora estaba leyéndome la siguiente. «¿Qué pasa en San Valentín? ¿Por qué es un día tan especial?».

Llegó San Valentín, ese día tan especial para los enamorados. Es el día en el que se disfruta del amor con tu pareja. Es el día en el que oyes a los pájaros cantar mientras piensas en tu crush. Es el día en el que te declaras y expresas tus sentimientos por la persona que te gusta —leí.

«El día en el que te declaras y expresas tus sentimientos por la persona que te gusta...», repetí. «O sea, le dices que le quieres... Mmm..., curioso».

Pero no solo eso —seguí leyendo—. También es el día en el que das chocolates caseros a esas personas que tanto quieres en tu vida. Puede ser tanto amistoso como romántico. Eso depende del chocolate que des.

«¡Chocolate! ¡A Anya le encantan los chocolates!», pensé emocionada.

Pero eso solo lo hacen las mujeres, claro —seguí leyendo.

«¿Solo las mujeres? ¿Por qué los hombres no?», me pregunté.

Los hombres tienen su día también. Pero ese día solo se celebra en algunos países. Es el día 14 de marzo (Día Blanco) y solo los hombres que recibieron chocolates en el Día de San Valentín devuelven un regalo de dulces a las personas que se los dio.

«Entonces... es un trueque», pensé. «¡Anya puede avanzar en sus misiones! El plan será este: Anya le dará un chocolate riquísimo al Segundo y otro a Ken. Ellos lo probarán y dirán a Anya lo buenos que están. Ellos entonces dirán a Anya que en el Día Blanco recibirá un dulce también, pero se negará diciendo que mejor vayan a su casa para enseñarles a preparar esa obra maestra. ¡Aceptarán seguro!».

Me reí malvadamente imaginándomelo.

«¡Es el plan perfecto!», me dije convencida.

Salí de mi habitación y me dirigí adonde papá.

—¡Chi chi, Anya quiere preparar chocolates! —dije emocionada.

Papá me miró sorprendido.

—¿Chocolates? ¿Por algo en particular? —me preguntó mientras limpiaba unos platos.

—¡Por el día San Valentín!

A papá se le cayeron los platos, pero los recogió a tiempo.

—¿San Valentín? —repitió él, estupefacto.

«Ahora que lo pienso, es mañana», pensó papá.

—¿Y a quiénes tienes pensado dar los chocolates? —me preguntó seriamente.

—A mis amigos —dije.

—Especifica.

—A Becky, Ewen, Emile, Ken... y al Segundo... —dije un poco nerviosa.

«¡Son chicos! ¡Y además le va a dar el chocolate a Desmond!», pensó papá amenazante. «Por una parte, está bien que intente ser más cercana a Ken y Damian por el bien de las misiones, pero, por otro lado, ¡se puede malinterpretar muy fácilmente! ¡Hay que dejárselo bien clarito a ese niño!».

«¿Malinterpretar?», me pregunté.

—Está bien, Anya. Prepararemos esos chocolates para tus amigos.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora