Capítulo 84

2.7K 239 192
                                    

NARRA DAMIAN

—Vale. Tengo que admitir que eso no me lo esperaba —dijo Demetrius como si le estuviera dando tres infartos a la vez.

—¡¿Qué?! ¡No...! —dije ya siendo consciente de lo que dije.

—No, te entiendo, hermanito —dijo Demetrius con los ojos llorosos—. Entiendo que llevas mucho tiempo queriendo a mi cuñadita, así que yo solo te puedo dar la enhorabuena... —Se apoyó en el sofá—. Aunque... al menos haber tenido una cita con ella antes, ¿no? Haber tomado juntos un cafecito, ¿no te parece? Y... que sepas que... —nunca le había visto a Demetrius así. Parecía que se iba a desmayar— me decepciona que no me hayas invitado a la boda. Yo... yo te voy a invitar a la mía...

Mi expresión de preocupación se cambió a la de una de sorpresa.

—¿Qué... acabas... de... decir...? —pregunté.

—Sé que la última vez que hablamos no terminamos muy bien, pero... quiero que sepas que amo... mucho a Sara, que... es la chica de la que estoy enamorado y que... aceptó casarse conmigo ese mismo viernes. Yo... estuve preocupado de cómo reaccionarías, pues tienes un odio hacia los Lockridge que todavía no comprendo muy bien, pero... solo espero que cambies un poco tu actitud y que... me entiendas.

Me había quedado sin palabras.

—De... Demetrius..., ¿te... vas a casar... de verdad? —pregunté estupefacto.

Me miró dudoso.

—Sí.

Lo abracé.

—Demetrius..., yo... me alegro —murmuré.

Me separó de él.

—¿Te... ALEGRAS? —me preguntó sospechando.

—Sí..., Sara es muy buena chica. Siento haber sido un maleducado. Realmente... hacéis muy buena pareja —admití sonriéndole tiernamente—. Quizás... solo estaba... celoso... de vosotros... —musité, avergonzado.

Me sonrió.

—Gracias, hermanito. —Me dio una palmadita en la espalda—. Así que..., volviendo al tema, ¿qué quieres decir con eso de que tú también te has casado? No estás en la edad...

Me sonrojé.

—No... nos hemos casado como tal —dije, confundiéndole aún más—. Solo lo hicimos... como una práctica para cuando Ken...

—Aaah..., ya entiendo —dijo Demetrius—. Queréis que Ken intervenga en la boda de Mira y el millonario, así que tú y mi cuñadita fingisteis casaros para preparar a Ken para el momento.

«Qué listo es...», pensé.

—Así es...

—¿Y qué tal os fue? ¿Os besasteis? ¿Os declarasteis?

Me puse rojo.

—S... sí...

Demetrius abrió los ojos, al no esperarse eso.

—¡¿QUÉÉÉ?! ¡¿ME LO DICES EN SERIO?! —preguntó él superemocionado.

«¡Cómo grita...!», pensé.

—Sí.

—¡Entonces ahora solo falta que corresponda a tus sentimientos! —soltó Demetrius.

—¿Espera qué? —pregunté.

—¿Qué pasa? —preguntó Demetrius.

—Te he dicho que hicimos todo eso fingiendo que nos queríamos... Incluso nos besamos para hacerlo más realista —le conté.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora