Capítulo 30

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NARRA ANYA

—Sí, pero... ya te dije que...

—¡Quiero saber por qué le besaste! ¡¿Sabes que eso quiere decir que me fuiste infiel, verdad?!

Tenía ganas de llorar.

—Luka..., yo... lo siento mucho...

Luka apretó los dientes. Estaba descontrolado. No lo reconocía.

—¡¿Le quieres?!

Abrí los ojos.

—¿Q... qué?

—¡¿Le quieres a ese imbécil?! ¡¿Quieres cortar conmigo porque te gusta ese imbécil?!

«¿Se refiere al Segundo?», me pregunté.

—N... no... —murmuré bajito.

«No ha sonado muy convencida», pensó.

—Necesito tiempo para pensar... —dijo finalmente—. Nos volveremos a ver.

Derramé varias lágrimas.

—Va... vale —le dije.

Luka se dio media vuelta y se alejó de mí.

«¿Por qué hoy le estoy haciendo sentir miserable a todo el mundo? ¿Acaso soy un monstruo? ¿Solo traigo desgracias?», me pregunté con más ganas de llorar. «No..., no puedo volver a casa así. No quiero hacer sentir mal a más gente... Y el Segundo ya lo está pasando suficientemente mal por mi culpa, no puedo volver a su casa».

Me senté en un banco y encendí el móvil.

«¿A quién le puedo llamar?», me preguntaba mientras miraba los contactos. «Ah, Becky...», se me ocurrió.

Tragué saliva y me llevé el móvil al oído para llamarla.

—¿Anya?

Sin querer, empecé a llorar.

—Be... Becky... —dije sollozando.

—¡Anya!, ¿estás llorando? ¡Dime dónde estás! ¡Iré enseguida!

«Qué afortunada soy de tenerla como amiga», pensé secándome las lágrimas.

—E... estoy en el parque que está... cerca del colegio...

Me colgó y en menos de lo que me esperaba, Becky apareció. Corrió adonde mí y me abrazó.

—¡Qué preocupada me tenías! ¡Pensaba que te habías hecho daño o algo! —me dijo, mientras me cubría los hombros con una chaqueta—. Ven, te llevaré a mi casa.

—Gra... gracias —dije.

~~~

Nada más llegar, vi a los padres de Becky en la entrada.

—Eres Anya, ¿verdad? —me dijo su padre—. Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que nos vimos...

«¿Cuándo fue eso?», me pregunté confusa.

—¡Papá, luego hablamos! Necesito hablar con Anya primero —dijo Becky, llevándome lejos de ellos.

Entramos al cuarto de Becky y me dio una botella de agua.

—Hidrátate un poco —me dijo.

—Gracias —dije bebiendo un poco.

—¿Y bien? ¿Qué pasó? —me preguntó enseguida.

Dejé de beber y me sequé las lágrimas.

—Dis... discutí con... Luka...

—¿Tu ex? —farfulló.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora