Capítulo 87

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NARRA ANYA

No sabía lo que me pasaba.

Bueno, sí lo sabía, pero... nunca pensé que me llegaría a afectar tanto emocionalmente.

Al fin y al cabo, prometí que me quedaría viviendo con los Desmond temporalmente y que, pasado el verano, regresaría a casa. Así que... ¿por qué me sentía tan dolida por dentro?

Empecé a pensar que se debía a que iba a extrañar mucho a todos mis amigos, quienes me habían estado cuidando y apoyando todo este tiempo.

Nunca pensé que llegaría a ser capaz de admitirlo, pero había sido... mucho más feliz aquí que en Francia.

Me enteré de que mamá y papá en unos pocos días irían a buscarme y llevarme de vuelta a casa.

No quería, pero... no me quedaba otra opción.

Por un momento, empaticé con Mira. Me estaba pasando lo mismo que a ella: me iban a obligar a dejarlo todo e irme para siempre.

La única diferencia era que... esta vez no habría ningún "Ken" dispuesto a impedir que me fuera.

Quizás... este era mi destino después de todo: regresar a Francia.

Damian y yo regresamos a casa y vimos a Donovan esperándonos en frente de nosotros.

—Bien. Como bien sabéis, seguís castigados y sin poder salir —nos recordó.

Asentí y, en sumo silencio, me dirige a mi habitación para seguir estudiando.

Era un poco triste pasar mis últimos días con los Desmond estando castigada. Aunque sea, me habría gustado meterme por última vez en la piscina, o ayudar con alguna tarea doméstica, pero no podía hacer nada de eso; pues había cometido una irresponsabilidad y tenía que pagar por ello.

No duré ni dos minutos estudiando. Apoyé la cabeza en el escritorio, apunto de quedarme dormida...

«No, Anya, debes seguir estudiando. Si no, papá se decepcionará más de ti. Debes seguir esforzándote», me decía a mí misma.

Levanté la cabeza y suspiré, rendida. Sin lugar a dudas, necesitaba... ayuda.

Me levanté de la silla y abrí la puerta, pero... me di un gran sobresalto al encontrarme a Damian en frente de mí tan sorprendido como yo.

Eché un grito y solté el manillar.

«¡Qué susto!», pensé.

—Anya, yo... —dijo Damian ocultando sus temblorosas manos— quería hablar contigo.

No sabía por qué, pero... me alegró un poco escuchar eso.

Le dejé pasar y me senté donde antes.

—¿Estabas... estudiando? —me preguntó.

—Sé que no suena muy propio de mí, pero así es —dije pasando páginas del libro de texto.

—Oh, entonces te he molestado... Lo siento —se disculpó.

—No, no me has molestado —dije mirándole fijamente—. De hecho..., quería pedirte ayuda.

Damian alzó una ceja y sonrió.

—¿Ah, sí? —dijo acercándose a mí—. ¿Necesitas que te ayude a estudiar?

Me sonrojé sin querer, así que me di la vuelta.

—S... sí —respondí.

Damian echó un vistazo al libro. Mientras tanto, yo le observaba.

—¿De qué querías hablar? —pregunté.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora