Capítulo 62

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NARRA ANYA

Jadeé y paré de comer. ¡Se me había olvidado!

—¿Mmh? ¿Ocurre algo, Anya? —me preguntó Becky mientras almorzábamos.

Me levanté.

—Tengo que encontrar a los chicos. ¿Dónde están? —Buscaba por todas partes del comedor con desesperación.

—Yo también los estoy buscando. Si quieres, te ayudo —se ofreció Mira.

—En ese caso, yo también. —Becky le dio su último mordisco a lo que se estaba comiendo y se levantó para empezar a buscarlos también—. Aunque... ¿para qué necesitáis hablar con...? —preguntó de repente.

Pero yo ya había salido del comedor para buscarlos fuera del colegio. Becky y Mira me siguieron para no quedarse atrás.

Unos minutos después, los encontramos cerca del río. Empecé a correr dejándolas atrás mío.

—¡Segundooo! —grité, llamándoles a todos la atención.

Damian, quien estaba tumbado en la hierba, echando una siesta, se levantó a toda prisa, sobresaltado, nada más escucharme.

Los demás también me miraron con intriga.

—¡Uy, pero si es tu cru...!

Damian abrió los ojos como platos y pegó un salto para taparle la boca a tiempo a Ewen con las manos. Le miraba con ganas de matarlo.

Ken intentaba no reírse.

Becky y Mira, quienes iban detrás mío, se dirigieron adonde ellos y los saludaron. Mientras tanto, Damian se apartó de Ewen y me miró.

—¿Qué pasa? —me preguntó como si nada hubiera ocurrido.

«Parece que se están divirtiendo...», pensé con una sonrisa.

Veía a Andrew mirarnos con mucho interés. Me ponía un poco nerviosa que nos observara tanto.

—Se me olvidó... decirte algo... —dije jugando con un mechón de mi pelo.

Damian me miraba con interés.

—¿El qué? —Se quedó pensando—. ¿Necesitas que te ayude con el test de mañana, por ejemplo?

«¡¿HAY UN TEST?!», me pregunté asustada. «¡No me acordaba!».

—¡No..., para nada! —Fingí estar tranquila—. No era eso...

Damian puso los ojos en blanco.

—Sí, claro... —dijo sarcásticamente.

—¡Lo que quería decirte es que... —todos nos observaban— hoy a la tarde tenemos que hacer una visita! —dije.

Me miró con curiosidad.

—¿Visita?

—¡Sí! —le miré con una sonrisa—, ¡a tus yayos!

Todos nos miraron sorprendidos al escuchar eso.

—¿Ya... yayos? —preguntaron los demás intentando no reírse.

Me ruboricé.

«Creo que no me han entendido», pensé.

—¡Tus abuelos! —me corregí.

—Anya, ya te había entendido —me dijo Damian sentándose cerca de Ewen. No me miraba—. ¿Para qué... les haremos una visita, si puedo preguntar?

Tragué saliva.

«Creo que no le ha gustado la idea...», pensé.

—Tu madre me pidió que los visitáramos... junto a Demetrius —le contesté.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora