Léeme - Damian x Anya

Capítulo 20

NARRA ANYA

—Nah, déjalo. Jamás seríais capaces de hacer eso. Además, eso lo hacen los mayores y nosotros solo tenemos 7 años —dijo Becky sonriendo con malicia.

«Anya tiene 5» pensé.

—Je, cierto —opinó Emile—. Además, ¿quién besaría a una plebeya como ella? Ja, ja —se rio.

Damian y yo nos quedamos en silencio. No quería decir nada que pudiera perjudicar la relación entre Damian y su padre.

—Yo me voy de aquí —dijo Damian, rojo como un tomate.

—Nosotros también. ¡Señorito, espéranos! —exclamaron sus amigos, corriendo por detrás de él.

Miré a Becky y vi que me estaba mirando superemocionada.

—Y... cuéntame. ¿Cómo fue el abrazo?

La miré confusa.

—No sé... Fue uno normal.

—No te creo. ¡Debe de haber sido superrómantico!

—Pues... no, en realidad —dije y Becky me miró confundida—. ¡Pero fue un abrazo muy largo y... relajante!

Becky volvió a sonreír.

—¿Cómo de largo y relajante?

—Pues... como de una hora... y...

—¡¿UNA HORA?! —exclamó ella sin poder creérselo.

«¡Eso confirma que su amor es puro y verdadero!» le escuché decir.

«En realidad fue largo porque nos dormimos. Fue como una siesta» pensé.

—Sí. El Segundo lo estaba pasando mal por su padre y lo abracé.

«¡Qué romántico! ¡Ojalá cosas así pasaran más a menudo!» pensó Becky.

—Sois una pareja adorable —comentó Becky dando vueltitas.

«¿Acaso no me ha entendido? Le he dicho que el Segundo lo estaba pasando mal...» pensé.

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NARRA DAMIAN

—¿Padre?

—Ahora no, Damian, estoy en una reunión de suma importancia —me dijo por el teléfono.

—Pero... quería explicarte lo que pasó. Creo que no tuvimos suficiente tiempo para hablar sobre...

—Te he dicho que estoy ocupado, Damian. Ahora no.

Y me colgó. Regresé el teléfono a su sitio y, cabizbajo, me dirige a mi habitación.

—Uy, veo una cara muy largaaa...

—No estoy de humor, Demetrius. Tu plan ha sido un desastre —le dije mientras me sentaba en el sillón, agotado.

Él me siguió y empezó a mirar mis estanterías como distracción.