NARRA ANYA
—Anya, te noté... diferente ayer. ¿Podemos hablar? —me dijo papá al día siguiente.
Miré hacia otro lado, incómoda. Papá era un espía después de todo. ¡Obviamente empezó a sospechar de mí!
Me senté a su lado, sin mirarle.
—Chi chi, tienes todo el derecho a pensar eso de mí —admití.
—¿Pensar... qué de ti? —preguntó él. Mamá nos vio y decidió prepararnos algo para picar mientras conversábamos.
—Que soy una rarita —dije sin cortarme un pelo.
Papá pestañeó varias veces, sin poder creerse lo que había dicho.
—Claro que no, Anya. De hecho, estoy impresionado —dijo él, llamándole la atención a mamá.
—¿Impreshionado? —repetí—. ¿Por qué?
—Anya, ¿hablas en serio? —Papá miró a mamá, quien trajo un plato con varios aperitivos—. Voy contigo a la mansión de los Desmond y, nada más entrar, me encuentro con que has hecho amistades no solo con los Desmond, sino que, además, con los Klein.
«¡Y lo mejor de todo es que he conseguido muchísima información confidencial de los Desmond mientras hablaba con Donovan Desmond! Se lo acabé enviando todo a la agencia...», le escuché decir a papá. «La misión está por terminar...».
—Ah, eso... —murmuré sin prestar mucha atención a lo que acababa de pensar—. No es para tanto. Anya sigue pensando que no acaba de caerle muy bien al Segundo...
«Se refiere a Damian...», pensó papá.
—De eso no te preocupes, Anya —dijo mamá a mi lado—. No todos podemos ser amigos de todos. Lo importante es que nuestros amigos sean verdaderos. La cantidad nunca debe ser algo que tengas que tomar en cuenta.
«No me entiende...», pensé.
—No es eso, ha ha —dije cabizbaja—. Tengo la sensación de haber... perdido su amistad.
Mamá y papá se miraron.
«Ya no hace falta que sea amiga de ese degenerado, en realidad...», pensó papá.
—¿Lo dices en serio? ¿Has dejado de ser amiga de Damian? —preguntó papá.
«En realidad, nunca lo he sido para él...», pensé.
—Eso creo...
—Es una lástima —comentó fingiendo estar triste.
«Eres un gran mentiroso, chi chi», pensé un poco enfadada.
—Chi chi, discúlpate —le obligué—. El Segundo no te ha hecho nada. Es una buena persona. No deberías juzgarlo.
Papá y mamá me miraron atónitos.
—¿Disculpar por qué, Anya? No ha dicho nada —dijo mamá.
«¿Me he perdido algo?», se preguntó él de repente.
—¡El Segundo es una persona totalmente distinta a lo que aparenta! ¡Yo lo sé! ¡Lo conozco! —exclamé—. ¡No merece sufrir más de lo que ya sufre! ¡Hay que ayudarlo! —Empecé a llorar—. Te... tengo que ayudarlo...
Mamá jadeó y me abrazó para consolarme. Me pasó un pañuelo por los ojos.
—Anya... —dijo papá suspirando—, por curiosidad, ¿cuánto conoces a Damian?
«Según lo que ha dicho, parece muy cercana a él... ¿Me ha ocultado algo importante acerca de su relación?», pensó papá mirándome seriamente.
«No... le he contado nada... y... le he gritado», pensé arrepentida. «¡Me he dejado llevar y lo he pagado con chi chi! ¡Soy una hija horrible!».
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Léeme - Damian x Anya
Fanfiction~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del presidente del Partido de Unidad Nacional de Ostania. Con el fin de mantener su tapadera como una fam...