Extra 4

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NARRA DAMIAN

Anya y yo ya éramos novios. Bueno, lo habíamos sido desde los 15 años. Ahora teníamos 25.

Durante estos años no habían ocurrido muchas cosas: unos habían terminado los estudios; otros, en cambio, habían empezado a trabajar antes; unos habían formado una familia; otros, no...

Por otro lado, mi familia había tenido varios cambios. Mi hermano, Demetrius, se había casado con Sara, la hermana mayor de Lockridge, y había formado una familia. Se habían mudado juntos, por lo que ahora vivían juntos.

Así que... ahora me convertí en el tío de una niña.

Se llamaba Delia. Era una niña muy escurridiza. De aspecto era como su madre, pero de personalidad muy parecida a mi hermano..., lamentablemente.

Ya tenía tres años y se había hecho muy amiga de Anya y de mis padres. Cuando Demetrius y Sara estaban ocupados, mi familia se encargaba de cuidarla felizmente.

Les encantaba cuidar de ella. Sin embargo, yo nunca mostraba mucho interés, en realidad... Me recordaba tanto a mi hermano que terminaba harto de estar cerca de ella. Era idéntica a él. Pero... siempre conseguía sacarme una sonrisa.

Mis amigos también se enteraron de que me había convertido en tío, así que un día les invité a mi casa para que la conocieran. Se enamoraron de Delia nada más conocerla. Su encanto y ternura los cegó a todos instantáneamente y ahora no podían dejar de pedirme que vinieran más veces a casa para seguir conociéndola y pasar más tiempo junto a ella.

Seguía sin entender cómo podían gustarles tanto los niños...

Miré la hora: 16:43.

Jadeé.

«¡Oh, no! ¡Llegaré tarde!», pensé.

Me vestí más rápido que la velocidad de la luz y salí corriendo de casa en dirección al metro. Conseguí coger el próximo metro a tiempo y durante el poco tiempo que tenía antes de llegar, recibí un mensaje de Anya:

Anya: ¿Dónde estás?

Miré al móvil preocupado nada más leer eso.

Yo: Llegando. 😀

«No debí haber enviado ese emoticono... Pero con las prisas...», pensé suspirando.

Anya: Deme y Sara ya se han ido de casa. Delia y yo te estamos esperando. Espero que llegues pronto. 😑

Yo: ¡Llego enseguida!

Salí del metro disparado, pero llegué a la casa más tarde de lo que pensaba.

Llamé al timbre y Anya abrió la puerta con Delia en brazos.

Intenté no reírme al ver a la niña con esas coletitas que se notaba que Anya le había hecho mientras me esperaba.

—Vaya, el dormilón ha tardado lo suyo en aparecer... —bromeó ella mirándome con la misma cara que del emoticono.

Sonreí, nervioso, mientras me quitaba la chaqueta.

—¿Cuál es la excusa esta vez? —preguntó Anya mientras dejaba a la niña junto a sus juguetes.

Tardé en contestar.

—Eh... uh... ¡El metro no llegó a tiem...! —intenté mentir.

—No me lo creo —me interrumpió ella mirándome fijamente—. Esa fue la misma excusa que me dijiste la última vez.

Me daba miedo cuando me miraba de esa manera. Pero se veía igual de hermosa que siempre...

—Eh..., yo... —intenté explicárselo.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora