Capítulo 92

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NARRA DAMIAN

Me desperté perezosamente, pero enseguida me espabilé en cuanto recordé qué día era hoy.

«Viernes, 24 de septiembre», pensé. «Hoy por la noche Anya se marchará. Debo impedirlo y, para eso, saldré del cole en cuanto las actividades del festival den comienzo e intentaré convencer a los Forger para que Anya no se vaya».

Me duché, me vestí y preparé la mochila antes de bajar a desayunar.

—Buenos días, Damian. ¿Qué quieres desayunar hoy? —me preguntó papá leyendo el periódico.

Le miré seriamente y agarré una manzana.

—Me tomaré un café en Eden. Me voy ya —dije poniéndome una chaqueta mientras comía la manzana.

Me miraron sorprendidos.

—¿Ya te vas? ¿Y qué hay de Any...?

—Adiós —dije rápidamente.

«Quizás no debí haber hecho eso, pero la cuestión es que tengo que hablar con mis amigos antes de encontrarme con Anya. Hoy es el último día que me queda para... declararme», pensé avergonzado. «Y, para eso, tengo que asegurarme de que previamente ella no me lea la mente...».

Mientras pensaba eso, recordé lo de ayer.

«Besé a Anya...», pensé llevándome una mano a la boca. «¡Y sin pedirle permiso! Después de todo, quizás no quiera volver a hablar conmigo... En fin..., aparte de eso, no entiendo por qué se me pone la piel de gallina al recordar ese beso... Ya la he besado antes, entonces... ¿por qué...?».

Jadeé.

«A lo mejor...», pensé parándome en seco. «...es porque... tengo el presentimiento de que... ese beso ha sido... el último...».

Levanté la mirada, aterrorizado, mirando al colegio, el cual estaba en frente de mí.

«Siendo realistas..., solo tengo uno por ciento de probabilidad de conseguir que Anya se quede, entonces... ¿por qué sigo... teniendo esperanzas? Soy un idiota...», pensé mientras me aproximaba a Eden.

Enseguida me encontré con mis amigos.

—Dami... —me llamaron.

Los miré con tristeza.

—Para mañana... Anya se habrá ido —murmuré apretando los dientes—. ¡DEBO IMPEDIRLO!

Todos me observaban.

—Haremos lo que esté en nuestras manos, pero no creo que consigamos hacer mucho, jefe —me dijo Ewen—. Pero, antes de eso, recuerda que...

Les miré a los ojos.

—...debes declararte a Anya —terminó de decir Emile.

~~~

NARRA ANYA

Seguía recordando el beso de ayer...

—Anya... ¡Anya! —me llamaban.

Regresé a la realidad.

—¿Eh?

Miré a la persona que me había llamado.

—¿Becky? —dije.

Me miraba fijamente.

—¡Anya, espabila! ¡Dentro de unos pocos minutos tenemos el examen! —me recordó.

Me alarmé de inmediato.

«¡AAAAAHHHH! ¡EL EXAMEN! ¡¿ESTUDIÉ?!», me pregunté intentando recordar. «¡Sí, estudié! ¡El Segundo me ayudó!».

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora