Capítulo 13

4.2K 391 369
                                    

NARRA DAMIAN

Estaba feliz.

—Se te ve feliz.

—¿Acaso tú también me lees la mente? —bromeé.

—Sí, la única diferencia es que yo no necesito poderes para saberlo —me dijo mi hermano mientras veíamos una peli.

Desvié la mirada y me sonrojé al recordar lo que anoche pasó.

—Todavía no me has contado nada de lo que pasó —siguió diciendo.

—Es... un secreto —dije.

—Oye, en serio. Me estoy preocupando —dijo Demetrius pausando la peli—. ¿Te le declaraste o algo?

—¡¿Qué?! ¡¿De qué hablas?! —le exclamé.

—Primero me dijiste que querías tener privacidad con ella, ahora me dices que estás feliz y, por si no fuera poco, me dices que tienes secretos. ¡Ha tenido que pasar algo entre vosotros dos! —Se quedó pensando mientras que yo no sabía qué decir—. ¿Os habéis morreado?

—¡¿Eh?!

—¡Ah, os habéis besado! —dedujo.

—¡¿Qué?! —exclamé rojo como un tomate—. ¡Claro que n...!

—¡Ay, por fin! ¡Ya era hora! —lo celebró levantándose y festejándolo—. ¡Por fiiin!

«Esto es increíble...», pensé aturdido.

—¡Demetrius, no...! —intenté explicarlo.

—Hermanito, no hace falta que me lo expliques. ¡Sabía que tarde o temprano iba a pasar! —me dijo supercontento—. ¡Hay que contárselo a mamá y papá! —se le ocurrió.

Se me palideció la cara.

—¡Demetrius, ni se te ocurra! —grité deteniéndolo—. ¡Esto es un malentendido!

Demetrius se detuvo y se me quedó mirando.

—¿Malentendido? —repitió y yo me quedé en silencio. Su cara me asustaba—. ¿Acaso intentas decirme que... —empecé a sonreír. Aparentemente, lo había entendido— intentas ocultar a papá y mamá que Anya y tú os besasteis?

Dejé de sonreír.

Demetrius volvió a emocionarse.

—¡Sí, por fin os queréis! ¡Ya habéis crecido! —siguió diciendo mientras que yo le ignoraba.

«Siempre y cuando me asegure de que Demetrius no le dice nada a nadie, estaré bien. Luego hablaré con él», pensé dirigiéndome a mi cuarto.

Subí las escaleras en dirección a mi cuarto.

—Hola.

Eché un grito al no esperarme encontrar con Anya.

—Anya... —dije supernervioso—, qué sorpresa...

—¿Ibas a tu habitación? —me preguntó.

—Sí... —contesté—. Ahora que estás por aquí, me preguntaba si...

Me miró sorprendida.

—¿Qué pasa?

No podía dejar de acariciarme el pelo de lo nervioso que estaba. ¿Cómo se suponía que iba a decírselo?

Imaginación de Damian

—Verás, Anya, Demetrius cree que nos besamos.

—¿Ah, en serio?

No, así no...

—Anya, necesito decirte algo, pero tengo miedo de que nuestra amistad se termine.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora