Capítulo 32

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NARRA ANYA

Las vacaciones de Navidad habían terminado..., lamentablemente. Se me habían hecho muy cortas. Me habría gustado dormir más.

En fin, hoy empezaban las clases nuevamente, así que me desperté pronto (sorprendentemente) y me dirigí al colegio. Tenía muchas ganas de volver a ver a todos, pero, sobre todo a Emile y a Becky, quienes se habían enamogado.

Papá y mamá se quedaron mirándome sorprendidos al verme despertar tan pronto. De hecho, papá empezó a pensar que me había pasado algo grave para que hubiera madrugado voluntariamente.

Por primera vez desayuné sin prisas. No sabía que podía sentir esta calma antes de comenzar las clases. Normalmente, empezaba el día saturada de cosas.

Pero, hoy tampoco llegué a clases muy calmada, puesto que no me había olvidado de la nueva misión. Esa que trataba de amistarme con Ken y conseguir tener información de su familia. Lo bueno era que Ken sí me veía como una amiga, sin embargo, lo complicado iba a ser conseguir la información.

Cuando llegué a Eden, no había nadie. Por primera vez, sentí una tranquilidad absoluta.

Me senté en un banco y esperé a los demás.

«Es muy grande... Creo que me he perdido...» escuché una voz.

Levanté la mirada y busqué la proveniencia de esa voz. Venía de los dormitorios de Eden.

«Estoy tan aburrida que cualquier cosa me llama la atención» pensé suspirando.

Entré a uno de esos dormitorios en los que algunos estudiantes dormían cuando había clases.

«¿Debería pedir ayuda?» escuchaba la voz todavía más cerca.

Seguí caminando y caminando. No sabía que los dormitorios fueran tan grandes.

Cuando pensé en rendirme, vi que una puerta estaba abierta. Me asomé a ella y vi algo que jamás pensé que iba a ocurrir.

Había una chica dándome la espalda besando a otro chico. Decidí darles intimidad, así que dejé de asomarme, sin embargo, me detuve de inmediato en cuanto escuché:

—Te amo, Dami.

Mi corazón empezó a latir con mucha más fuerza.

Ese nombre... era el apodo de Damian.

«¿Una chica se ha besado con él y se le ha confesado?», me pregunté atónita.

Quería mirar, quería seguir observándoles a pesar de no saber por qué. No sabía qué me pasaba. Nunca pensé que llegaría a sentir estas cosas por algo como esto. Sentía... cosas espeluznantes, como si quisiera pegar a alguien. ¿Me había vuelto loca?

Al final, decidí no seguir mirando. Me había entrometido demasiado. Además, ¿qué me diría Damian en cuanto supiera que lo había visto besarse con una chica?

Me reí un poco. Se enfadaría mucho.

Me alejé de ese dormitorio hasta salir del edificio.

«¿Cuál es el problema? Damian y yo solo hemos fingido ser novios. No hay nada que nos une en realidad. Jamás debí pedirle algo tan estúpido como esto. Creo que debemos dejar esta farsa de una vez. Y mucho más ahora que tiene a alguien que le ama de verdad. No puedo interponerme en relaciones como la suya. Ya me interpuse bastante en la relación entre Emile y Becky el día de Año Nuevo» pensé y una lágrima se me escapó de los ojos. «¿Estoy llorando? ¿Por qué? ¿Qué me está pasando? No puedo llorar ahora. Tengo clases en las que debo atender para no decepcionar a papá y mamá».

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora