Capítulo 75

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NARRA BECKY

Unos minutos después, aproveché un momento para hablar con los chicos mientras que Anya y Damian se iban a la cocina a pillar algo de comida para la cena.

—¿A Dami le gusta Anya, verdad? —les pregunté nada más entrar en la habitación y sin ningún rodeo.

Todos se callaron. Nadie dijo nada.

—Dami en ningún momento os impidió contestarme con la cabeza —les dije de brazos cruzados—. Está enamorado de Anya, ¿verdad?

Emile fue el único que acabó asintiendo.

—Lo sabía —dije y eché un suspiro.

—¿Acaso hay algún problema? —me preguntó Ken.

—No... —todos me miraron—, bueno sí.

—Siempre hay problemas... —dijo Andrew—. ¿Ahora qué pasa?

—Que Anya cree que Dami es gay.

Todos se rieron.

—¿Eso es un problema?

—Lo será en cuanto Dami le diga a Anya que no es gay y cuando Anya empiece su interrogatorio de "¿quién te gusta, entonces?". Porque en ese caso, solo habrá dos opciones: el primero y el menos probable es que Dami se le declare a Anya, y el segundo y el más probable es que Dami le mienta a Anya inventándose que le gusta una chica aleatoria.

Todos se quedaron callados.

—Es verdad... No hay más opciones... —dijo Ewen—. Entonces... ¿qué hacemos?

—Como nuestro objetivo es que Dami se le confiese y que Anya le acepte sus sentimientos..., lo único que podemos hacer es darles tiempo y que hablen por su cuenta, pero... el problema puede ser que Anya empiece a pensar que a Dami le gusta una chica distinta. Eso podría hacer que su relación empeore...

—Tienes razón. Lo que tendríamos que hacer es intervenir cuando sea necesario y listo —dijo Andrew.

—Así es, ¿y sabéis cuál es el mejor momento para eso? —pregunté con una sonrisa.

—¿Cuál?

—La noche.

~~~

NARRA ANYA

—Mmm... ¡Los bocadillos de aquí son deliciosos! ¡Sobre todo el que tenía queso! —dije recordando su sabor mientras regresábamos al sótano.

Damian me sonrió.

—Me sorprende que digas eso. Pensaba que solo te alimentabas de maní —bromeó.

Le miré y él sonrió.

—Muy gracioso —dije sarcásticamente.

Nada más llegar, entramos al cuarto con las bolsas.

—¿Alguien tiene hambre? —pregunté y enseguida los chicos hicieron una cola.

—¡Yo! ¡Yo! —decían.

—Parecéis leones hambrientos —dijo Damian mientras le daba un bocadillo a Becky, quien era la única que no se comportaba como ellos.

Les entregué los bocadillos y los comieron muy a gusto cuando escuchamos un ruido proveniente de las escaleras.

—¿Habéis escuchado eso? —pregunté en un susurro cerrando la puerta de la habitación sigilosamente.

—¿El qué? —preguntó Andrew sin dejar de comer.

—Es... escucho pasos —susurró Damian pegando la oreja en la puerta—. Deben ser los que residen aquí...

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora