Capítulo 10

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NARRA ANYA

Todavía no había hablado con Damian. Me había quedado todo el día estudiando para un examen con Ken. Era muy lindo conmigo.

—Anya, presta mucha atención. Pronto llegará el final de la evaluación.

Asentí.

No podía quejarme de él. Era muy considerado conmigo. Hace poco se convirtió en uno de los estudiantes más listos del curso, junto a otros, claro. Envidiaba su inteligencia.

—¿Entonces cuál es la respuesta? —me preguntó de repente.

Miré al libro, sin saber qué contestar.

—La...

«¡Ánimo, Anya! ¡Di que es la C, la C!» le escuché decir a Ken.

—La C.

—¡Correcto! Veo que lo estás entendiendo...

«Ha faltado poco... Uff...» pensé.

—Tomémonos un descanso —dijo él echándose para atrás—. Qué cansado estoy...

Lo miré sorprendida.

Me miró confuso.

—¿Pasa algo?

—Nunca te había visto cansado... —dije irónicamente.

—Pues, sí, esta vez me he cansado.

—¿Ha pasado algo?

—Ah, no, simplemente he dormido mal. Ya sabes, un martes es el día en el que más te cansas...

—Yo... me canso igual todos los días —justifiqué.

Me sonrió.

—¿Incluso cuando dormiste con Damian? —cambió de tema. Pestañeé al no esperármelo—. ¿Estáis juntos de verdad?

«¿A qué se refiere? ¿Acaso me está preguntando si el Segundo y yo somos amigos y que si estamos juntos ahora? ¿Acaso el haber dormido juntos nos ha convertido en verdaderos amigos?» pensé.

—Sí, ¡muy juntos! —indiqué sonriendo.

Cambió la expresión de golpe, y me miró sorprendido.

—¿E... es en serio?

—Sí, claro.

«No me lo esperaba... Pensé que solo eran rumores...» le escuché decir.

«¿Rumores? ¿Más rumores?» pensé.

El timbre sonó y recogimos nuestras cosas para marcharnos.

—Bueno, nos vemos mañana. Adiós —se despidió de mí.

Bye.

Sentí como si nuestra amistad se había enfriado ese día.

—¡Anya ha regresado a casa! —dije en voz alta.

Papá se presentó delante de mí con una expresión de seriedad máxima.

—¿Ocurre algo, chi chi?

—¿Lo has pasado bien hoy? —me preguntó.

«¿A qué vendrá eso?» me pregunté.

«¡Como se haya encontrado con ese bastardo...!» le escuché decir.

«¡Ah, cierto! Papá sigue pensando eso del Segundo...» pensé.

—Todo genial. He estado hablando con Becky todo el día... —mentí.

«Menos mal...» le escuché decir.

—Me alegro mucho, pero deberías estar estudiando para los exámenes de esta semana.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora