Capítulo 85

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NARRA ANYA

—¿Có... cómo lo sabéis? —pregunté dolida.

—¿Qué? —preguntó Demetrius.

—¿Cómo supisteis que soy telépata? —Les miré con seriedad—. Solo se lo dije al Segundo.

Me miraron tristemente.

Damian suspiró.

—Mi hermano leyó la carta sin que me diera cuenta. Lo siento por no habértelo dicho antes, Anya —me dijo tristemente.

Suspiré. Ya daba igual. A este paso, definitivamente tendría que despedirme de Ostania e irme a Francia...

—Lo... lo siento mucho, cuñadita. No... sabía... —me dijo Demetrius.

Le miré y negué con la cabeza.

—No te preocupes... Ha sido irresponsabilidad mía. —Miré a Damian—. Nunca debí haberte dicho que soy telépata, Segundo... Ahora os he puesto en peligro a todos vosotros. Si WISE os llegara a interrogar... —murmuré dolida por dentro.

—Anya, no... —intentó decir Damian.

Desvié la mirada.

—Creo que... ya va siendo hora de que regrese a Francia... —murmuré con ganas de llorar—. Nunca... debí haber venido a Ostania... Debí haber hecho caso a mi padre y debí haberme quedado en Francia...

Damian y Demetrius tenían los ojos llorosos.

—Lo siento... —musité por última vez y corrí a mi cuarto.

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NARRA DAMIAN

No podía llorar. Si lo hacía...

—Damian —me dijo papá un rato de sumo silencio después, en el que nadie dijo nada—, ¿te gusta esa chica?

No me esperaba que me preguntara eso. Demetrius estaba llorando, así que no prestaba atención a la conversación.

—¿Por... por qué me preguntas eso?

Mamá me miró.

—Es que... nos hemos encontrado con varias fotos y... vídeos en tu teléfono —dijo mamá encendiendo mi móvil.

Entré en pánico y se le arrebaté rápidamente.

—¡¿Por qué... lo habéis hecho?! —les pregunté avergonzado.

Demetrius seguía llorando y sin enterarse de nada.

Mamá me obligó a devolverle el móvil.

—Lo cargamos porque no tenía batería y, de pronto, tus amigos... empezaron a mandarte fotos y vídeos que al final nos hicieron pensar a tu madre y a mí que tú y Anya nos ocultáis algo... —dijo papá seriamente.

«Esto no tiene nada que ver con las conversaciones que suelo tener con Demetrius... Estas son mucho más serias. Como si hubiera cometido veinte crímenes a la vez», pensé aterrorizado.

—Por lo que veo..., incluso os besasteis —dijo mamá curioseando mi móvil interesada.

«¡El vídeo de Emile que supuestamente borró!», pensé, cabreado.

Quería quitárselo, pero no podía.

—Damian, siéntate y hablemos.

Tragué saliva y me senté a su lado.

—Contéstame —siguió insistiéndome papá.

—¿No... te vas a enfadar? —le pregunté nervioso a papá.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora