NARRA DAMIAN
¿Que... que si Anya era especial para mí? Si le decía la verdad, no podría volver a mirarla a los ojos... No..., no podía decirle lo especial que era para mí... porque, además, no encontraba las palabras adecuadas para decírselo...
—¡So... solo te lo preguntaba por la pastilla! —dije finalmente rojo de la vergüenza, intentando evitar la pregunta que me hizo.
—Ah... —dijo ella, perdiendo el interés.
Su expresión cambió...
—Anya, ¿estás bien? Te noto decaída... —le dije preocupado.
«¿Le habrá dolido lo que le he dicho?», pensé sin querer y Anya, evidentemente, me escuchó.
—Da igual, Segundo. Estoy bien... Quizás tengas razón y tenga que reposar... De hecho, acabo de tener... un leve mareo —dijo, dirigiéndose hacia el hotel.
~~~
Las horas pasaron y ya se hizo de noche. Era increíble lo poco que se veía. Si no fueran por las farolas que iluminaban algunas zonas, no se podría ver nada. Y gente miope como yo, mucho menos.
Sin embargo, las vistas, en general, eran preciosas. Como estábamos en una zona a las afueras de la ciudad, no se escuchaban los coches, había menos luz, se podía escuchar el ruido de los grillos... Era muy relajante y tardé un poco en darme cuenta de ello.
Pero no podía disfrutar lo suficiente ya que seguía dándole vueltas a la última conversación que mantuve con Anya. Se me ponía la piel de gallina de tan solo recordarlo. ¡¿Cómo iba a ser capaz de relajarme después de la cara que me puso?!
Definitivamente, lo había fastidiado todo.
Y ahora no era un buen momento, pues teníamos que limpiar el comedor.
—Anya, ¿seguro que puedes llevar todos esos platos a la vez? —le preguntaba Mira viendo a Anya caminar tan lento como una abuela para que no se le cayera ningún plato.
—¡Claro que sí! ¡Anya es fuerte! ¡Observa! —dijo ella fingiendo una sonrisa.
La perseguí por detrás para asegurarme de que no se hiciera daño si se tropezaba.
—¡¿Ves?! —dijo ella, dejando los platos y dándose la vuelta—. ¡Soy como Bondman! —Me vio al darse la vuelta—. ¡AAAAHHH! ¡Qué susto!
Puse la mirada en blanco y empecé a limpiar el suelo con la escoba.
Anya pasó de largo y siguió recogiendo las cosas.
—¿Estará... molesta? —susurré viéndola irse.
Un rato después, Lockridge dijo:
—Voy a llevar la basura al contenedor. Ahora vuelvo.
Le ignoré y seguí limpiando.
—¡Anya te acompañará! —dijo.
Dejé de barrer y centré mi mirada en la conversación.
—¿Qué pasa, señor celosín? —me molestó Becky cerca mío.
—No estoy celoso. Deja de molestar —contesté y seguí barriendo.
—¡Jefe, toma esta! —me dijo alguien de repente, lanzándome las sobras de comida.
«¡¿Qué?!», pensé.
Miré de quien procedía esto y vi que se trataba de Emile, quien estaba riéndose a carcajadas.
—¡¿QUÉ ACABAS DE HACER, IMBÉCIL?! —exclamé y le lancé otro trozo de comida, sin embargo se desvió a Mira.
—¡AAAAAAHHHHH! ¡QUÉ ASCOOO! —gritó y nos echó más comida.
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Léeme - Damian x Anya
Fanfiction~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del presidente del Partido de Unidad Nacional de Ostania. Con el fin de mantener su tapadera como una fam...