Capítulo 23

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NARRA DAMIAN

Nada más despertarme, recibí mensajes de mis amigos:

Mira: ¡Es verdad! ¡No me acordaba! LOL

Yo: ¿Qué pasa? ¿De qué me perdí?

Tardaron en responderme.

Ken: Dami, ¿cómo te encuentras después de lo que pasó? (GIF de una cara traviesa).

Ewen: Jefe, si quieres a la enana y quieres pasar el resto de tu vida con ella, lo aceptaremos. ¡Lo siento por lo de ayer! ¡No quise enfadarte! D:

Apreté el móvil.

Yo: ¡Parad! ¡No quiero a nadie!

Becky: ¡Pero la besaste! ¡Eso solo quiere decir que la amas! ¡Seguro que incluso Anya sabe que te gusta!

«Es verdad. Quizás... el haberla besado le haya hecho pensar a Anya que me gusta. ¡Ay, no! ¡Debo aclararle que hubo un malentendido!», pensé.

Apagué el móvil y bajé las escaleras corriendo en su busca.

—Buenos días, hijo. ¿Cómo te lo pasaste ayer? No me contaste nada —me saludó mamá.

La miré y me senté a su lado.

—Ummm, me lo pasé bien —contesté.

—¿Y por qué... no regresaste a casa con tu novia? —preguntó papá.

Abrí los ojos.

—¿Con mi...? Ah, Anya... —entendí y me ruboricé—. Dis... discutimos —mentí.

—¿Discutisteis? —repitió mamá—. ¿Qué pasó?

—A todo esto —ignoré la pregunta de mamá—, ¿a qué hora regresó Anya?

Se miraron.

—Regresó bastante tarde. Sobre la una de la mañana, más o menos —me informó mamá.

—¡¿Tan tarde?! —exclamé.

«No debí irme sin ella. Podría haberle ocurrido cualquier cosa», pensé culpándome.

—¿Entonces discutisteis? —me preguntó papá—. ¿Quieres decir que cortasteis?

Alcé mi mirada. Estaban como... tristes.

—Eh... ¿sabéis qué? Demetrius os lo explicará todo —dije.

Miré hacia atrás y me encontré con él bajando las escaleras. Se paró en seco nada más escucharme.

—¿Por qué él? —me preguntaron.

—Él os lo explicará mejor que yo. —Me giré y le miré—. De todo.

Demetrius tragó saliva y se acercó adonde nosotros.

—Pues... —mamá y papá le miraban confundidos— yo... quería deciros que... os he mentido.

Papá frunció el ceño.

—¿Que nos has mentido? —repitió—. ¿Con qué?

Demetrius me miró con cara de que le ayudara, pero yo solo negué con la cabeza.

Él suspiró y siguió hablando:

—Damian y Anya no son pareja. Os mentí —explicó—. Me lo inventé todo.

Después de haberle contado lo del beso que Anya y yo tuvimos, me prometió que aclararía a papá y mamá eso que se inventó de que Anya y yo éramos novios, etc. Finalmente, admitió que se pasó un poco y que no fue solo debido al alcohol.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora