Capítulo 66

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NARRA ANYA

—¡Ay, es que no sé qué hacer, Becky! —le decía por una videollamada con un tono cansado—. Es como si cada vez me evitase más...

Becky se llevó una galleta a la boca mientras me veía hacer un drama.

Debes dejarle las cosas bien claras. Él sigue viéndote como una amiga, ¿no? ¡Pues insístele que tus sentimientos son verdaderos! —me repetía.

—¡Eso es precisamente lo que hago! ¡Y sigue diciéndome que no es así! ¡Que lo que siento por él no es amor! —le decía melancólicamente.

Becky volvió a llevarse otra galleta a la boca mientras que, esta vez, se planchaba el pelo en el baño.

Así son los chicos, Anya, acostúmbrate —me decía ella—. Buscan cualquier forma para no destrozarte el corazón mediante un rechazo.

Eso me descolocó por un momento.

—¿Rechazo? ¿Opinas que me ha rechazado definitivamente? En ese caso, ya no tengo esperanzas...

Probablemente te haya rechazado. —Me entristecí—. ¿Y si... en realidad Andrew no es el chico ideal para ti?

La miré a los ojos.

—¡Yo le amo, Becky! ¡Tengo mil y un pruebas que me indican eso! ¡No me caben dudas!

Becky suspiró.

Vale, vale. No quería enfadarte. Es solo que me parece extraño que de repente él te guste. Es que apenas lo conoces. Solo ha pasado un mes.

—¡Un mes y cinco días! ¡Los llevo contados!

Volvió a suspirar.

Cada vez te pareces más a tu padre. —Esbocé una sonrisa. Becky me miró sorprendida como si se le hubiera ocurrido una idea—. Anya, quizás el "plan K" funcione.

—¿El "plan K"?

¡¿No te acuerdas?! ¡El plan principal del manga de "Coup de foudre"! —Intenté recordar—. ¡El kabedon!

Jadeé.

«¡Quizás Becky tenga razón!», pensé. «Recuerdo que eso era algo que habitualmente ocurría en el cómic. El kabedon se usa para describir las situaciones en las que el chico acorrala a la chica contra una pared con una mano apoyada en la pared. ¡Quizás eso funcione!».

—¡Tienes razón! ¡Voy a informarme de eso ahora mismo! —le dije y le colgué.

¡Anya, espe...! —fueron sus últimas palabras.

Rápidamente saqué el ordenador portátil y busqué en internet:

Cómo hacer el kabedon.

—La mujer está de pie, apoyada en una pared. El hombre, frente a ella, se apoya con una mano (o dos) en la pared mientas le susurra algo —leí.

«No tiene por qué ser el hombre el que hace el kabedon, ¿verdad?», me pregunté. «Nah, eso no importa».

¿Qué se le dice a la otra persona mientras haces el kabedon?

—No pone nada... —murmuré mientras buscaba y suspiré—. Bueno, mejor veo un vídeo y ya está. Así lo entenderé mejor.

Busqué un vídeo y me puse los auriculares para escuchar mejor lo que decían.

¿Qué... qué haces, Kai? —decía la chica japonesa siendo acorralada.

Solo quería decirte una cosa, preciosa —le decía un japonés galán y con la misma cara que solía poner Demetrius.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora