Capítulo 90

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NARRA DAMIAN

Cuando vi a Anya salir corriendo de la mansión, pensé en ir detrás de ella para entender lo que le pasaba.

No entendía nada de lo que estaba ocurriendo, pero lo que sí sabía de sobra era que el padre de Anya odiaba a mi familia, así que, en vez de ir a por Anya, decidí armarme de valor y enfrentarme al padre de Anya para, quizás, conseguir que dejase de odiar a mi familia.

—Se... se... señor Forger —dije en cuanto lo vi poniéndose el sombrero para salir de la mansión junto a su esposa.

Me miró como padre solía mirarme de pequeño: con desprecio.

—Eres Damian Desmond, ¿verdad? —me dijo la madre de Anya con una sonrisa—. Te estamos muy agradecidos por haberla estado cuidando todo este tiempo.

Le miré con tristeza.

—Por... por... por favor... —dije con ganas de llorar, llamándoles la atención—. ¡Por favor, dejad que Anya se quede! —rogué.

El señor Forger me seguía mirando de la misma forma.

—S... sé que fui un despiadado, malvado, maltratador e insoportable con Anya cuando éramos pequeños, pero... ¡os prometo de corazón que he cambiado y que... y que... y que... yo...!

La madre de Anya me miraba de manera confusa mientras que su padre me esperaba pacientemente a que terminara de hablar a pesar de que se notase que le estaba aburriendo en realidad.

—... le... quiero... —murmuré eso último con lágrimas cayendo por mis ojos— mucho...

La mujer abrió los ojos, sorprendida. Incluso mi familia se levantó para dirigirse hacia nosotros para escucharnos, como si fuera lo más interesante del mundo.

—¿Le... quieres? —repitió Yor sin poder creérselo.

Alcé la mirada todavía sollozando y vi lo serio que seguía estando el señor Forger.

Cerró los ojos y se puso el abrigo.

—Ha sido un placer haber venido aquí, pero ya nos vamos —dijo él dirigiéndose a la salida junto a su esposa, para luego irse.

Los miré sin saber qué hacer cuando la señora giró su cabeza para mirarme con tristeza.

—Vendremos dentro de dos días a por Anya —fue lo último que dijo la señora Forger antes de marcharse junto con su esposo.

Me quedé sin palabras.

~~~

Después de lo ocurrido, permanecí en mi cuarto estudiando, pero no era capaz de concentrarme. No dejaba de darle vueltas y vueltas a lo que había pasado.

Literalmente confesé mis sentimientos por Anya ¡a sus propios padres! ¡¿Qué pensarían ellos ahora?! ¡Si les llegara a contar eso a Anya...!

«Ahora sí que me he metido en un buen lío... ¡Debo arreglar esto de inmediato!», pensé, levantándome a toda prisa para dirigirme afuera de la habitación cuando me encontré cara a cara con mi odioso hermano.

—¡Aaah! ¡Qué susto me has pegado! —dije, llevándome la mano al corazón.

Él sin decir nada, me regresó al cuarto con un semblante de seriedad.

—¿Qué haces aquí? ¿Vienes a darme otra de tus innecesarias lecciones? —pregunté fingiendo estar tranquilo.

Me seguía sin sonreír.

«Algo anda mal...», pensé inmediatamente.

—Hermanito, no te queda tiempo —fue lo primero que me dijo mientras daba pasos en mi dirección—. Te queda muy poco tiempo antes de que tu crush se vaya de Ostania. ¡Debes hacerlo ya!

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora