Capítulo 74

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NARRA ANYA

Desde que el gurú del romance nos dijo a Damian y a mí que estábamos enamorados, no le tomé tanta importancia puesto que podía haberse equivocado, así que me sorprendí bastante al enterarme de que a Damian... le gustaba alguien en secreto.

—¡¿QUÉ?! ¡¿CÓMO?! ¡¿CUÁNDO?! —gritó él echándose para atrás hasta casi caerse al suelo a causa de los nervios.

Los chicos se reían sin parar.

—Con que nuestro Dami tiene un crush... —dijo Becky interesada—. Vaya, no tenía ni idea... —dijo con una gran sonrisa.

—¡¿LO... LO DICES DE VERDAD?! —le exclamó Damian.

—Pues claro, bobalicón. A mí nadie me había dicho nada. Me acabo de enterar.

Miré a Damian atentamente. Estaba más rojo que nunca. Me preocupaba...

—Segundo..., ¿esto... va en serio? —le pregunté acercándome a él—. ¿Estás enamorado de verdad? —Damian me miraba aterrorizado—. ¡¿El gurú del romance te abrió los ojos como a mí?!

Damian seguía paralizado.

—Y... y... y... yo... —empezó diciendo mientras se escuchaban risitas por toda la habitación—. S... su... supongo... que sí —contestó muy nervioso.

Abrí la boca, sorprendida.

«¡Entonces, le ha pasado lo mismo que a mí!», pensé.

—¡¿Y... quién es esa chica?! ¡¿La conozco?! ¡¿Te corresponde?! ¡¿O solo...?! —Becky me agarró de la mano y me alejó de él.

—Anya, acompáñame a los baños un momento —me dijo Becky llevándome afuera de la habitación.

—¡Pe... pero...! —dije intentando zafarme aunque fuera imposible.

—¡Volveremos enseguida! —Y cerró la puerta.

«Genial. Así nunca me enteraré de nada...», pensé echando un suspiro y siguiéndole a Becky.

~~~

NARRA DAMIAN

—¡SOIS... SOIS...! —empecé diciendo totalmente furioso.

Los cuatro dejaron de reír y me miraron aterrados, como si me hubiera salido fuego de los ojos.

—¡JEFE, NO NOS MATES! ¡SOMOS MUY JÓVENES TODAVÍAAA! —gritaba Ewen.

—¡¿Ahora qué se supone que le voy a decir a Anya?! ¡¿Qué haré cuando me pregunte, eh?! ¡Y TODO POR NO HABERME AVISADO DE QUE ME ESTABA ESCUCHANDO! —me quejé con ganas de matarlos.

Empecé a dar vueltas por la habitación, intentando calmarme.

—Je... jefe —me dijo Emile—, las chicas... entraron por el escándalo que estabas armando... Nosotros... no hemos tenido la culpa...

Le miré furioso.

—¡PUES HABERME AVISADO DE QUE HABÍAN ENTRADO! —le grité sin evitarlo.

—¡Eh!, ¡Emile no ha tenido la culpa de que seas tan chillón, jefe! —le defendió Ewen.

—¡ES... ES QUE SOIS TAN...! —me desesperé—. ¡UGHHH...!

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora