Capítulo 27

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NARRA ANYA

El padre de Damian era muy distinto al mío: Donovan era frío con su hijo mientras que chi chi era amable conmigo; Donovan era amable con los demás, pero chi chi no hacía más que molestarse por Damian; Donovan decía lo que pensaba directamente sin importarle las opiniones de los demás, no obstante, chi chi siempre decía lo contrario a lo que realmente pensaba.

Eran polos opuestos.

—¿Y bien? ¿Quiénes sois? —repitió el señor Desmond.

—Umm..., su excelencia... —empezó a decir Becky.

—Por favor, llámame señor Desmond —le interrumpió.

—Bien, señor Desmond, yo soy la compañera de clase de Damian... Me llamo Becky Blackbell.

«¡Es ella!» pensó Donovan de repente. «La Blackbell que Anya antes me había mencionado...».

—Oh, señorita Blackbell, no sabía que eras tú... —dijo él, totalmente avergonzado.

—No pasa nada, señor.

—¿Y vosotros dos? —les preguntó a Ewen y Emile.

—So... somos amigos del señorito, señor Desmond —respondieron con miedo.

—¿Amigos? —repitió él, no conforme.

—Me llamo Ewen Egeburg.

—Y yo Emile Elman.

«¡Oh, son Egeburg y Elman! ¡Qué familias más poderosas!» pensó el señor Desmond.

«¿A sí?» me pregunté.

—¡Oh, no tenía ni idea! —dijo él, disculpándose.

—No se preocupe, señor Desmond —dijeron los dos.

—Y yo, señor Desmond, por si se había olvidado de mí, soy...

Giramos nuestras cabezas hacia Ken.

—Ya lo sé, ya lo sé: eres el otro amigo de mi hijo, ¿verdad?

Ken hizo una mueca.

—Sí..., soy...

—Me alegro mucho, Kaspar. Al menos eres buena influencia... —soltó Donovan de repente, no fiándose mucho de Emile y Ewen.

—Me llamo Ke... —intentó decir.

—En realidad —interrumpí—, Ken se bañó desnu... —Becky me tapó la boca.

—¿Eh? ¿Pasa algo? —preguntó Donovan, sospechando.

—No pasa nada, señor. No es nada. —Becky le lanzó una mirada asesina a Ken.

—Yo... yo... Mejor me voy —dijo Ken y se fue.

—Adiós, Kaspar —se despidió Donovan.

Becky me destapó la boca y la miré fijamente.

«El señor Desmond debería saberlo» pensé.

—Bueno, creo que ya va siendo hora de ir a casa. Ya son las doce en punto —nos dijo él mirando el reloj—. Ha sido un placer hablar con vosotras, chicas. —El señor Desmond me miró—. Espero que nos volvamos a ver.

—Ha sido un placer para nosotras también, señor Desmond —dijo Becky, haciendo una reverencia. Yo me quedé de piedra.

«Padre se ha comportado de maneras demasiado extrañas el día de hoy» le escuché decir a Damian, quien no dejaba de mirarle a su padre como si lo desconociera.

—Hasta la próxima —se despidió de nosotras junto a Damian.

Los vimos marcharse.

—¿Y bien? ¿Bailamos? —dijo Becky contenta.

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora