Capítulo 16

7.8K 678 388
                                    

NARRA ANYA

El día estaba por terminar y había preparado mi mochila para salir. Me había olvidado completamente de la prueba de valor. Bueno, no importaba ya que prefería estar en casa descansado después de haber tenido tantos exámenes. Lo necesitaba. Además, no podía quitarme de la cabeza la conversación que mantuve con Damian.

«Si se llegara a enterar papá... Ya bastante le estaba empezando a odiar como para ahora enterarse de que estábamos saliendo falsamente. Aún no le había contado nada» pensé. «Bueno, ¡papá estate tranquilo! Sé que el Segundo no te agrada, pero Anya conseguirá ser su amiga y salvar el mundo. ¡A veces hay que hacer sacrificios!».

Salí de la academia Eden sin compañía, pues no había visto a Becky por ninguna parte.

Por desgracia, empezó a llover. Busqué desesperadamente un paraguas en mi mochila, pero no encontré ninguno.

«Bueno, pues tendré que correr» pensé.

Di unos pasos atrás para coger carrerilla y cuando iba a empezar a correr, vi a alguien salir.

—¡Segundo! —lo llamé.

Él me miró, pero se separó de mí bruscamente.

—¡¿Qué quieres ahora?! —exclamó él a la vez que un trueno se escuchó.

—¡AAAAAHHHH! —grité con miedo.

—¿Te asustan los truenos? —me preguntó de manera graciosa.

Asentí levemente y lo miré a los ojos.

—¿Puedes... quedarte conmigo hasta que los truenos paren? —le pedí tímidamente.

Damian se sonrojó y acabó aceptando.

Nos sentamos en un banco cerca de la puerta de la salida de Eden esperando a que, al menos, los truenos se detuvieran.

No sabíamos de qué hablar.

—Anya —me dijo de repente Damian.

—¿Sí?

—... —Se quedó callado—. ¿Ken te lo ha pedido?

—¿El que? —le pregunté.

«¡No lo ha hecho! ¡Es mi oportunidad!» le escuché decir.

—¿Opor...? —repetí.

—¿Mañana irás a la prueba de valor? —me preguntó.

—No... sí... no... no lo sé.

«¿Qué tipo de respuesta es esa?» se preguntó a sí mismo.

—¿Anya..., esto..., por casualidad... te importaría... no sé... tal vez... quizás... ir... conmigo?

Abrí los ojos sorprendida.

—¿Por qué querrías ir conmigo? —pregunté de repente, asustándolo.

—¡Pues... porque...! ¡¿Sabes qué?! ¡Déjalo! ¡Ha sido una tontería pedírtelo! ¡Es que lo sabía! ¡Era una bobada! ¡Nunca debí proponértelo! ¡He sido un imbé...! —exclamaba él mientras lo recogía todo para irse.

Abrió el paraguas y se alejó de mí.

—¡Espera! —le dije altamente. Damian se detuvo y se dio la vuelta para mirarme—. Yo... solo... no entiendo por qué me lo propones. Al fin y al cabo, siempre me has considerado una enana de piernas gorditas y muy molesta.

Se dio la vuelta para mirarme.

—Es solo que yo... —se sonrojó— no sé... pensé que estaría bien ir... Por eso te lo he propuesto...

Léeme - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora