Saludé al cachorro con la mano cuando lo vi. Yo estaba sonriendo, como siempre —o casi siempre, o sólo siempre cuando se trataba de él; no lo sé—, pero noté que él estaba... un poco apagado. Me fijé en que sus ojos se veían más cansados de lo normal y que debajo de estos habían bolsas y me pregunté si eso habría sido producto de la consulta del día anterior.
—¿Niall? —pregunté mientras caminábamos—. ¿Puedo hacerte una pregunta algo... personal? —Asintió con la cabeza y suspiré—. ¿Esas ojeras son por... pesadillas? —Se mordió el labio y decidí detenerme. Él hizo lo mismo y lo observé bajar la vista, avergonzado—. ¿Así tan mal fue?
No dijimos nada por unos minutos y luego lo vi comenzar a caminar de nuevo. Le seguí el paso, preocupado y sintiéndome minúsculo, como un imbécil, y decidí no hacer más preguntas por el momento.
—Zayn —comentó cuando estábamos llegando al parque con voz baja y cansada—, no me malinterpretes, ¿sí? Pero... —Suspiró—. No quiero hablar de eso.
Me sentía mal. Impotente. Como un pésimo amigo.
—Lo que quiero saber es si ya estás bien, Niall. Porque me importas, porque me preocupo por ti, porque me gustaría ayudarte de alguna forma y a veces siento que sólo...
—Ya me ayudas —confesó con voz tímida, huyéndole a mi mirada—. Lo que pasa es que... —Suspiró—. A veces es difícil, ¿sabes? A veces sólo... es más difícil que de costumbre.
¿De costumbre? ¿Siempre era difícil? ¿Siempre era difícil y a veces sólo lo era más?
—Quiero que me llames —anuncié cuando nos sentamos en un banco—. Cuando tengas pesadillas o no puedas dormir o te haya ido mal en el médico o en el día o sólo... cuando quieras hablar con alguien, ¿sí? Cuando quieras hablar, llámame, sin importar la hora.
—Zayn...
Me giré para verlo y negué con la cabeza.
—Me importas, Niall. Y odio verte así, ¿de acuerdo? Y si lo único que puedo hacer por ti para ayudarte es contestarte el teléfono a media noche, créeme, lo haré con gusto.
Se mordió el labio y bajó la vista.
—Bien —Sonreí y, aliviado, suspiré—. Pero... si es a media noche...
—Si es a media noche, te contestaré —afirmé—. Sin importar la hora ni qué tan cansado o cuánto sueño tenga, Niall, siempre te contestaré, ¿entiendes? Siempre—Asintió con la cabeza y bufé—. ¿Quieres ir a los columpios?
—¿No estás molesto conmigo?
Sonreí de nuevo, enternecido por su forma de pensar, y negué con la cabeza con lentitud.
—No —Tomé aire y lo solté—. No estoy molesto, Niall. Sólo estoy... preocupado.
Alzó las comisuras de los labios y se levantó.
—Vayamos a los columpios.
Solté una carcajada y asentí. Me levanté del banco y seguí su paso, a su lado, y cuando llegamos le pregunté si quería que lo meciera. Sólo quedaba un columpio libre, porque los demás estaban siendo ocupados por niños más pequeños, cosa que no era de extrañar, considerando que era viernes, así que, de igual forma, no podríamos estar los dos al mismo tiempo y yo, por supuesto, iba a preferir que se meciera él.
—Eh... —titubeó y le revolví el pelo.
—¡Será divertido!
Hice que se sentara en el sitio que quedaba libre y le hice señas para que comenzara a mover las piernas para darse impulso. Él pareció un poco temeroso de lo que pudiera pasar, pero, la verdad, no lo entendía —era lo suficientemente delgado como para no reventar el juego, así que no había de qué preocuparse. Le dije que podía empezar, que no tuviera miedo y, cuando lo hizo, sonreí y me quedé a una distancia prudente de él que me permitiera ayudarlo a mecerse y a la vez que no interfiriera con el vaivén que describía el columpio en el que estaba.
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El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AU
FanfictionNiall sólo resuelve sopas de letras en clases. Y Zayn decide que Niall será su nuevo amigo. Historia LGBTQA+. Romance homosexual.