Capítulo 52

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¿Plis?

GRACIAS Y ESPERO QUE DISFRUTEN, ASDFGH]


Maura entró al consultorio con algo en la mente. Su hijo estaba en el salón de arriba, en el de los dibujos en las paredes, y ella estaba pensando en todo lo que había pasado últimamente y cuán interesante le parecía.

—Hola, linda —le dijo la especialista—. ¿Todo ha ido bien?

—De maravilla —Sonrió—. Sólo tengo... una duda que había olvidado por completo mencionarle la semana pasada.

—Adelante.

—Niall no hizo ningún comentario ni se vio afectado en lo más mínimo cuando le quitamos el lápiz esta vez —Su voz sonaba cargada de preocupación—. ¿Eso es un avance o que simplemente perdió el interés en las cosas?

—Oh, no, linda. Nada que ver —La mujer sonrió—. Eso es un avance. De lo contrario, no estaría insistiendo en seguir con las sesiones con fuego.

La madre asintió con la cabeza, asimilando la información.

—Hablando de eso... ¿cómo le ha ido hoy?

—Cada vez va soportando más estar en la misma habitación que el fuego, pero sigue sin poder acercársele. A veces grita, pero ya casi no llora y, bueno, eso de por sí es bastante.

—¿Cree que pronto pueda volver a cocinar?

La doctora lo pensó un momento.

—La verdad, no tan pronto, pero... es posible que en unos meses ya pueda incluso manejar una estufa.

Maura sonrió, complacida.

—Eso es suficiente para mí.

La doctora asintió, sonriendo a su vez.

—Y con respecto a los dibujos... cada vez deja menos espacio con respecto a los bordes. Es decir, no es como si ya no dejara nada o como si el cambio fuera excesivamente grande, porque no es así, pero si le pone atención se nota la pequeña diferencia y eso es algo que hay que celebrar.

La madre se sentía tan orgullosa de su bebé que quería comprarle una paleta.

—¿Y nunca le habla de su amigo? En casa jamás lo menciona más que para avisar que saldrá con él.

—No. Pero creo que verlo y hablarle le hace bastante bien; Niall ahora se ve menos tenso y ansioso que antes. A veces hasta podría decir que se relajado y tranquilo, como si estuviera en paz en su interior, y eso es importante teniendo en cuenta todo lo que ha pasado.

Maura pensó unos minutos en las palabras de su interlocutora.

—Entonces, podríamos decir que cada vez mi pequeño va avanzando más y mejorando, ¿no? Porque eso fue lo que entendí.

La doctora sonrió ampliamente.

—Sí. Es exactamente eso.

—Perfecto —Le tendió la mano y se la apretó—. Gracias.

—Maura, la verdad... —Suspiró—. Hoy te ves un poco tensa. ¿Estás bien?

El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora