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[N/A: Dedicación a niallloveshazz porque amo sus comentarios y gracias por todo el apoyo c: 

Los loveo, asdfghk, espero que les guste el cap :v]



Niall sintió que entraba algo de claridad en esa oscuridad tan grande que veía a su alrededor cuando unos brazos lo rodearon y bajaron el nivel de ansiedad que tenía. De haber sabido que los abrazos del lindo chico de ojos miel le iban a terminar ayudando tanto en esos casos, le habría rogado que aunque fuera a la fuerza y sin siquiera estar preparado lo abrazara antes, que no importaba si se le hacía difícil al principio, porque al final iba a valer la pena.

—G-gra-gracias —murmuró llorando y temblando un poco y a la vez sintiendo cómo su corazón se ablandaba. Lo abrazaron aún más, trasmitiéndole calidez y algo de paz, y siguieron allí por lo que se sintió como para siempre.

Y sí, era una completa mierda estar llorando y sintiendo que tu mundo entero se venía abajo, pero el que alguien más viniera y te envolviera, que te acogiera a ti y a cada uno de tus pedazos en medio de ese enorme caos, hacía que se sintiera como que no importaban los escombros ni todo lo malo que también se hubiera desprendido en ese derrumbe.

Suspiró, calmándose, y levantó sus brazos hasta llevarlos a la espalda de la luciérnaga. Creyó escucharla llorando, pero no estaba del todo seguro y, aún temblando, hundió la cara en su cuello. Respiró ahí un par de veces, sintiendo cómo lentamente su mundo dejaba de estar tan roto y vuelto trizas y desgarrado, y empezó a sentirse somnoliento.

Siempre quedaba así de cansado emocional y mentalmente después de llorar de esa forma, de estar tan alerta durante tanto tiempo, de —sin él saberlo— tener su sistema endocrino vuelto tan loco y tenso. No obstante, fuera como fuera, la cosa era que... quería dormir. Cerrar los ojos y olvidarse de todo. Dejar de pensar, de sentir, de estar consciente, de todo menos de abrazar a esa linda luciérnaga y ser al mismo tiempo tan abrazado por ella que casi se sentía como si nunca hubiera habido accidente en un principio.

Y Zayn, por el otro lado, estaba llorando. Había comenzado a hacerlo cuando el cachorro le había correspondido al abrazo, porque estaba demasiado en shock por todas las cosas que sentía en ese momento, por la impresión de que lo hubiera llamado mientras estaba en ese estado —cuando sabía que era tan privado y vergonzoso para él— y, más que eso, el que le hubiera pedido que lo abrazara.

¿Cuándo las cosas habían cambiado tanto? ¡Hacía ni seis meses ni podía hablarle y ahora, bueno, ahí estaba, abrazándolo, descansando en él y teniéndolo tan cerca de sí que le costaba un poco respirar! Y no era que se quejara, porque no lo hacía —disfrutaba de esa cercanía física y emocional más de lo que podía describirlo—, pero, demonios, ¿cuándo se había vuelto tan importante para él? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Por qué él y no alguien más y...?

—¿Zayn? —escuchó la voz de Harry a su espalda y se giró, aún con el rubio en brazos, y miró al rizado. Este le sonrió al instante, levantando la mano en la que tenía algo para hacerlo notar—. Esto te lo mandó Lou. Dijo que ahí estaban las instrucciones.

El moreno frunció el ceño y asintió.

—Gracias.

—¿Te lo llevo adonde estás o...?

—Sí, sería perfecto —El menor de todos comenzó a acercarse a él, le dio lo que tenía en la mano, y el otro frunció el ceño. Era un papel y las llaves de su auto—. ¿Por qué me está dando las llaves?

—En el papel lo dice —Se encogió de hombros—. Como sea, después nos dices cómo sigue Niall, ¿sí? ¡Adiós!

Y se fue. Y él quedó ahí, confundido, con un cachorro temblando y aún llorando entre los brazos, un papel en la mano, al igual que las llaves de un auto que no era ni suyo, y miles de pensamientos taladrando su cabeza. Abrió la nota en el acto, decidido a ver qué demonios quería su mejor amigo, y escuchó al rubio sollozar.

El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora