El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AU

Capítulo 94

[N/A: Holis. La verdad, quiero hablar algo con ustedes ANTES DE QUE COMIENCEN A LEER EL CAPÍTULO, y me disculpan si al hacerlo los molesto o lo que sea, pero considero que es importante.

Como creo que han notado, no he actualizado esta historia desde hace más de una semana.

No sé si alguna vez lo han pensado o si leen mis notas al final de los capítulos, pero no soy una máquina que se sienta a escribir en un ordenador y ya. Soy un ser humano, tengo problemas, tal como ustedes, paso por dificultades, tristezas, lloro, paso por todo eso, y estas dos últimas semanas han sido particularmente difíciles.

Vivo en Venezuela y la situación aquí es horrible. A veces voy a la universidad a ver clases o presentar exámenes sin comer, a veces almuerzo únicamente arroz, y otras veces regreso a mi casa después de la orquesta y mi mamá me dice "lo siento. hoy no hay cena". EN CASO QUE NO LO SEPAN, esa es la realidad de Venezuela día tras día, y mi familia en lo personal se ha visto muy afectada porque nunca hemos sido de muchos recursos, a pesar de todo el esfuerzo que ponemos.

La comida es como el la gasolina de un auto. Si no tengo energías, ¿cómo trabajo? ¿Cómo hago lo más mínimo? ¿Cómo un carro se va a mover aunque sea una distancia corta si no tiene gasolina? Es difícil sino imposible.

Hace tiempo les había dicho que mi papá había tenido un colapso nervioso, y como en el país no hay los medicamentos requeridos, empeoró. Día tras día despierto sin saber si cuando vea a mi papá comenzará a gritar, se pondrá agresivo, nos pegará o qué, y últimamente ha estado bastante mal. Esas cosas me afectan muchísimo y me dejan tan mal que lo único que puedo hacer es llorar, así que... sólo les pido paciencia, ¿sí?

El que no actualice una semana no quiere decir que voy a abandonar la historia o algo así. Es sólo un tiempo que me estoy tomando porque LO NECESITO para poder venir y escribir algo decente, porque sintiéndome tan mal no puedo escribir algo bien y creo que esta historia ha venido con un cierto estatus como para lanzar eso a la borda por no tomarme un día para descansar del estrés y tensión emocional que he venido viviendo.

Y quiero que entiendan que les digo esto no para que me tengan lástima o algo así, sino porque a veces sus comentarios de "conti pls" o "actualizaaaaa" parece que lo hacen para presionar (aunque quizá no sea así, no lo sé), y esa presión me pone peor y hace que pueda escribir incluso menos, ¿entienden?

Así que... sólo les pido paciencia. A veces hasta actualizo a diario (en diciembre lo hice y a muchos les consta), y en general actualizo cuando puedo y si no actualizo es PORQUE no puedo, ¿sí? Amo escribir esta historia tanto como ustedes aman leerla, y si no actualizo no se desesperen ni se pongan a presionar, porque eso solo me pone peor y hace que actualice menos.

Bien, ya dicho eso, espero que disfruten el capítulo. Lo siento por la nota del autor eterna, pero tenía que decirles eso para que entendieran]

El rubio estaba en la sala, en el sofá, sentado con el teléfono en la mano y viéndolo atentamente en lugar de hablando a través de él. Tenía el ceño fruncido y se sentía confundido, perdido, desesperanzado, todo a la vez, y al mismo tiempo como si lo que estaba haciendo no tuviera sentido.

Suspiró, estresado, y volvió a colgarse el auricular en la oreja. Le contó otras cosas mínimas a Samuel, como de costumbre, aunque ya no tanto como antes, y cuando terminó se quedó viendo de nuevo el aparato fijamente.

—A veces me pregunto por qué sigo llamándote si me has demostrado que no vas a contestar —murmuró y sintió cómo su pecho se encogía al transformar ese pensamiento en algo tangible—. ¿Es porque aún conservo la esperanza de que lo hagas, porque soy estúpido, o porque la culpa de no hacerlo me destrozaría demasiado por dentro?