Capítulo 63

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[N/A: En este cap hay cosas que son muy importantes, weyes, así que estén pendientes.

Espero que pasen un lindo día <3]


Cuando comenzó el año, lo primero que hice fue llamar a Niall. Hablamos, no mucho porque igual mi mamá estaba conversando bastante como ella hacía siempre y no me dejaba, además de que estaba emocionada y todo eso, pero al menos puedo decir que yo no sólo recibí el nuevo pensando en él, sino que también le hablé a los pocos segundos de iniciado —y eso, sólo porque sí, me llenaba de una felicidad inexplicable.

Volvimos a clases la semana siguiente y ese mismo sábado fuimos al cine. Fuimos todos, como ya habíamos acordado, y lo más interesante que noté fue que (1) el cachorro en todo el rato se la pasó tan ansioso como en el campamento o quizá hasta más y (2) había llevado su bolso escolar, el cual se notaba que tenía algo gigante dentro y, es decir, no lo entendía —íbamos a ir al cine; no tenía que llevar bolso porque, a fin de cuentas, sólo íbamos a ver una película.

Aunque, claro, eso fue lo que me pareció más interesante antes de que acabara la salida.

Pero eso era por otra cosa.

—¿Niall? —susurré mientras caminábamos todos como un gran grupo por las calles—. ¿Traes tus colores y cuadernos para dibujar ahí o algo así? —Me miró con expresión seria, que era en ese caso más bien una expresión de alerta normal para sus nervios, y negó con la cabeza—. ¿Entonces por qué lo trajiste?

—Tengo algo ahí para cuando esté en el cine.

Fruncí el ceño.

—¿Comida? —Volvió a negar con la cabeza—. ¿Gomitas? —Negó de nuevo—. Hoy no quieres hablar mucho, ¿verdad? —Y negó por enésima vez. Yo suspiré, mentalizándome que debía ser paciente y cuidadoso en la salida, más de lo normal, y suspiré—. Está bien. Pero, eh, ¿Niall? —Volteó a verme con ojos atentos—. Te ves lindo hoy.

Vi que se sonrojó un poco y una leve sonrisa apareció en sus labios. Sus ojos se vieron momentáneamente cálidos, tranquilos, como de costumbre y, tras verme a los míos por unos segundos, asintió con la cabeza.

No dijo nada más que eso, más que ese asentimiento de cabeza, y seguimos caminando. Sin embargo, aunque había esperado una respuesta un poco más verbal o sustancial, me calmé al entender que, a pesar de sus nervios o ansiedad o lo que fuera que tenía ese día, seguía siendo el Niall que confiaba en mí —y yo seguía siendo el Zayn que lograba calmarlo aunque fuera un poco o por unos segundos.

—Bien, chicos, no se pierdan —anunció Louis—. Y, en caso de que lo hagan, me llaman.

—¿Cómo nos vamos a perder, Louis? —preguntó Dean—. Vamos al cine, no a la feria en Madagascar.

—El centro comercial es grande y nosotros somos un grupo numeroso. A algunos podrían gustarle ciertas cosas al ir pasando por los pasillos, y podrían quedarse viéndolas, y si todos hacemos eso: (1) nadie llegará al cine y (2) nos perderemos, ¿entienden?

Todos le dimos la razón y acordamos permanecer juntos.

Y luego, pum: el enorme centro comercial frente a nosotros.

Sonreí, porque amaba ese en particular —vendían unos pasteles que te chupabas los dedos; pensaba llevar al cachorro para allá al salir—, y todos comenzamos a entrar con emoción y a la vez normalidad...

Excepto él.

—¿Niall? —inquirí susurrándole. Nos estábamos quedando atrás, pero yo conocía el sitio y tenía el número de Louis, así que no importaba demasiado—. ¿Estás bien? ¿Tienes algún problema con que vayamos al cine? Podríamos ir a comer helados si quieres, o...

El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora