Especial 2k lecturas: Capítulo 19

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—¿Dolido por el rechazo de Niall? —preguntó Louis y pasé a verlo con el ceño fruncido.

—Eso no fue un rechazo, Louis.

—Bueno, ¿dolido por su rechazo colectivo?

—No —Me rasqué la cabeza—. Bueno, quizá un poco —Me miró de soslayo y bufé—. De igual forma, era demasiado pronto.

—¿Demasiado pronto? Lleva aquí alrededor de un mes.

—No todas las personas son iguales —aseguré—. A algunos les cuestan más ciertas cosas que para otros son sencillas.

Se encogió de hombros.

—Sólo opino que debería intentar... incluirse más. Involucrarse. Incorporarse al grupo —Lo miré alzando una ceja y frunció el ceño—. Es que nosotros lo estamos incluyendo lo más que podemos; es él quien no quiere.

—¿No has pensado que es tal vez porque le cuesta, porque se le hace difícil o porque simplemente no le gusta? A ti te encanta salir siempre y a todos lados y eso es genial, en serio, pero hay personas a quienes les gusta más quedarse en casa y sólo ver televisión y ya.

Sonrió de lado.

—Como a Harry.

—Exacto —Asentí con la cabeza—. Además, no sé de qué te quejas; tú amas sólo ver televisión y ya con él.

Asintió con la cabeza a la vez que su sonrisa se hacía más grande.

—Yo amo todo con él. Hasta lo más simple —Sacudí la cabeza cuando lo vi comenzar a perderse en su mundo de ensoñación marca ojos verdes y, al notarlo, volvió en sí mismo—. Sí, tienes razón —Me encogí de hombros a modo de te lo dije y suspiró—. Supongo que a veces olvidamos que los demás no son iguales a nosotros. O que no piensan lo mismo. O que nos gustan distintas cosas.

—Sí, suele pasar. Creo que es algo normal del ser humano, ¿no? Asumir que lo que somos o tenemos o vivimos es lo mismo que son, tienen o viven todos.

Asintió con la cabeza y volteó hacia el frente cuando escuchó que abrían la puerta del salón; Niall entró. Mi mejor amigo, quien estaba sentado en el pupitre delante de mí, lo llamó y, cuando el rubio giró hacia donde estábamos, saludó con la mano. Sonreí y le devolví el saludo, a lo que asintió en mi dirección y luego pasó a sentarse en su pupitre de siempre, el que quedaba cerca de la ventana, al otro lado del salón.

—Formen grupos de tres alumnos —anunció la profesora después de unos minutos, cuando sonó el timbre que indicaba el inicio de la hora de clases—. Haremos un análisis y... —Todos comenzaron a levantar sus pupitres de forma escandalosa y la profesora se frotó las sienes, estresada—. Y para que lo sepan de una vez, no; no puede haber un grupo de cinco.

Louis soltó una carcajada —casi siempre nosotros éramos el grupo de cinco— y me miró con ironía, a lo que me rasqué la cabeza y le indiqué que sólo moviera su pupitre hasta donde estaba el mío.

—¿Nos ponemos con Niall? —preguntó y me detuve en ese momento, analizando la situación. Pasé a mirar al cachorro y lo vi dirigiendo su atención a la ventana, encantado por un pájaro que se posaba en una rama, y sonreí de lado—. Ha salido bien en las evaluaciones. No es mal estudiante. Parece concentrado en los estudios —Se dio cuenta de que mi mirada estaba dirigida hacia otro lado y dirigió la suya hacia el mismo lugar y, al ver lo que yo estaba viendo, bufó y se rascó la cabeza—. Bueno, eso parecía.

Reí y asentí con la cabeza.

—Deja que le pregunte si quiere ponerse con nosotros.


El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora