Capítulo 88

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[N/A: Creo que este capítulo no es lo que nadie se espera, pero igual es importante. Hay cosas claves, asjasjajsa, y espero que las puedan ver c:

Feliz cumple a trxyesdxck atrasado, aasdfghjkl. Love you, aunque no sé cómo se escribe tu user c:]



Niall estaba feliz. Estaba en el receso y veía cómo Luciérnaga lograba vender brownies a los chicos de la mesa, quienes decidieron comprarle todos los que le quedaban del día anterior al explicarles que, como castigo, su madre no le daría la barra de chocolate que necesitaba para hacer los del viernes, por lo que requería el dinero y pensó que esa era la manera más factible de obtenerlo.

—Siempre te dije que deberías venderlos —opinó Louis—. Son muy buenos.

—Sí —salió Joe—. Incluso deberías traer algunos el viernes, ¿sabes? Yo te los compraría todos si pudiera, pero sé que los demás también van a querer.

En los labios del rubio se asomó una diminuta sonrisa.

—Tienen razón —dijo lo suficientemente alto como para que todos lo escucharan—. Así podrías ganar algo de dinero e independizarte un poco más.

El moreno volteó a mirarlo.

—Bueno... —Se rascó la cabeza—. Lo pensaré.

—Incluso —comentó Harry—, si quieres, podríamos ayudarte a venderlos por el colegio entero. Para tener más alcance y eso, ya sabes, y ganar más dinero —Sonrió—. Si quieres.

Y se dio cuenta del leve sonrojo que Zayn tenía en las mejillas, indicando lo apenado que estaba.

—Bien, bien, chicos. Lo pensaré, ¿sí? Tranquilícense —Louis rodó los ojos—. Es decir, no se ofendan, pero apenas les estoy vendiendo esta bandeja porque necesito el dinero para comprarme otra barra de chocolate. Ustedes ya están pensando en vender los brownies en todo el colegio y quién sabe si hasta en iniciar una empresa o algo así; cálmense un poco.

Y Niall lanzó una mínima y casi imperceptible risa. Era prácticamente nuevo en eso de reírse en voz alta, y aún se cohibía un poco de hacerlo en presencia de más personas que no fueran Zayn —aunque con él aún se le dificultaba un poco, pero sólo UN POCO, y era precisamente por eso de ser nuevo en ello y no saber si era demasiado escandaloso o no.

Cuando subió de nuevo el rostro, porque cuando se reía de forma tan sutil bajaba los ojos, al igual que la cara, se dio cuenta de que varias personas del grupo lo estaban mirando.

—¿Qué? —preguntó tras tragar saliva, mínimamente nervioso por eso de ser el centro de atención aunque fuera por unos instantes.

—Nada —opinó Pepe sonriendo—. Que tienes una linda risa.

Y el rubio se sonrojó y volvió a bajar la vista.

—Sí —concordó Zayn de inmediato y, por el sonido de su voz, se notaba que estaba sonriendo—. La tiene.


Llegó la hora del transporte escolar. Niall seguía resolviendo sopas de letras, pero cada vez lo hacía con menos frecuencia porque se concentraba en lo que Zayn decía o simplemente por dedicarse a verlo. En esos momentos él fruncía el ceño y se giraba, mirándolo a los ojos, y preguntaba:

—¿Qué ocurre? ¿Tengo algo en la cara?

Y el menor negaba con la cabeza, ocultando una leve sonrisa en los labios.

El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora