Capítulo 68

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[N/A: YO AMO ESTE CAP ASÍ QUE ESPERO QUE USTEDES TAMBIÉN, ASDFGHJK

Los loveo, gracias por comentar <3]


El rubio sentía que de alguna forma todo había vuelto a su lugar. Que las cosas estaban bien de nuevo. Que ya todo volvía a tener sentido. O, bueno, quizá no tanto, pero se sentía como si estuviera conduciendo un auto en la noche y no viera absolutamente nada y de repente sus luces delanteras se encendieran —aún no podía verlo todo, pero al menos había suficiente luz como para seguir avanzando.

—Niall, tú... —escuchó que habló su luciérnaga y volteó en su dirección de inmediato, mirándola a los ojos y recordando que si ella estaba ahí todo iba a estar bien—. Estás tomándome la mano. Lo sabes, ¿no?

Asintió con la cabeza levemente.

—¿Y tú...? —continuó él—. ¿Lo estás haciendo porque quieres?

Volvió a asentir y Zayn suspiró.

—Bien —No supo qué más hacer y sólo se quedó ahí, tomándole la mano con tranquilidad, y luego sus ojos bajaron hasta ver sus manos, sus dedos dulcemente entrelazados, y sonrió sin poder evitarlo—. ¿Quieres que yo, eh... haga algo más?

Y las palabras salieron de la boca del rubio más rápido de lo que pudo pensar.

—Quédate conmigo —murmuró—. Quédate conmigo, Zayn. Tú sólo no... no me dejes.

El moreno sintió que le partieron el corazón, que se lo volvieron trizas, y asintió una vez más.

—Sí, yo... no me iré a ningún lado, Niall.

Este pasó a asentir y no dijeron nada por unos minutos en los que cada quien estuvo en su propio mundo, pensando mil cosas distintas pero aún así estando felices porque se estaban tomando las manos.

El rubio dejó de llorar, cosa que alegró aún más al moreno, y con delicadeza pasó a limpiarle los restos de las lágrimas que le quedaron en las mejillas.

—Todo va a estar bien, ¿sí? —susurró en tono dulce una y otra vez, sin dejar de tomarle la mano nunca—. Todo va a estar bien.

El otro asintió, sin más, sin decir nada, y a Zayn se le ocurrió algo —quería decirle a Louis que los acostara a dormir a todos. Que declarara el fin de la hora de contar historias de terror y que sólo los mandara a todos a sus tiendas de campaña para que luego él pudiera decirle al cachorro que ya era hora de dormir y así su mente y sus emociones tuvieran al fin un poco de descanso.

Y se levantó para hacerlo, pero el pequeño e indefenso cachorro que estaba tomándole la mano sollozó al instante y se retractó.

—Niall, no... —Giró para verlo y notó una vez más cómo había lágrimas por sus mejillas—. No voy a irme. Voy a decirle algo a Louis y regreso, ¿sí?

—Diji-jiste que no i-ibas a de-dejarme —Su voz se oía profundamente dolida. Tan, tan, tan dolida, que casi te taladraba un agujero en el corazón—. No me de-dejes, Zayn.

Este sintió cómo las lágrimas se acumularon en sus ojos y sacudió la cabeza, intentando espantarlas. Se preguntó qué clase de cosas le habrían pasado al cachorro para que llegara a decir eso, y se dio cuenta de que quizá no quería averiguarlo.

—No te estoy dejando, Niall. No voy a dejarte —El menor se veía débil, indefenso, vulnerable—. Es más, ¿sabes qué? Ven conmigo.

Se levantó, siguió al otro, dejándose guiar por él, y llegaron a un costado del grupo en el que él simplemente se dedicó a observar los árboles que quedaban cerca y a la linda sensación de tocar una nube que le quedaba en los dedos que estaba entrelazando con su luciérnaga.

El chico de las sopas de letras #JustWriteItLGBTQ+ Ziall AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora