—¡Amelia! —Faith la recibió con un abrazo—. ¿Cómo estuvo tu vuelo?
—Estuvo bien, cansador, pero tranquilo...
La muchacha de cabello negro ayudó a la pelirroja a llevar su bolso escaleras arriba.
—¿Qué hay de ti? —interrogó Amelia.
—Estoy bien, he tenido buenas notas y fui a visitar a mis padres... —habló con una sonrisa.
—Me alegra mucho, ¿cómo están ellos?
—Bien, mi madre tuvo un resfriado, pero nada grave...
—Qué bueno, Faith...
—¿Y tú? —inquirió la chica.
Amelia abrió la puerta de su cuarto y ambas se adentraron.
—¿Yo?
—¿Ya sabes qué le dirás a Tom?
—¿Cómo sabes sobre eso? —murmuró Amelia.
—Tom me lo comentó de pasada...
—Bueno... —farfulló—. La verdad es que sí.
—¿Sí? —Amelia asintió en su dirección—. ¿Qué le dirás?
Su celular comenzó a sonar, interrumpiendo la conversación.
—Es Tom...
Faith le hizo gestos para que contestara.
—Hola Thomas... —saludó alegre.
—Hola moró mou, ¿ya llegaste? —preguntó el británico, quien hablaba con ella mientras trotaba.
—Sí, hace un rato, ya estoy en casa.
—Me alegra saberlo, debes estar muy cansada.
—Bueno, dormí durante casi todo el vuelo, ya sabes como soy...
Tom rió.
—Claro que lo sé, tienes un poder que me gustaría tener yo... —el londinense pasó por una calle, y un automovilista le tocó la bocina, a pesar de que él tenía derecho de cruzar—. ¡Idiota!, ¿acaso no viste la señalética?
—¿Qué estás haciendo? —preguntó ella al escucharlo.
—Estoy trotando un rato, traigo manos libres.
—¿Te podrías detener un momento? —pidió ella—. Hay algo que tengo que decirte, y necesito tu atención...
Él se paró en un parque, quitó los audífonos y puso el teléfono en su oído.
—Ya estoy listo, cuéntame...
—Tom... —comenzó ella—. Ya tengo una respuesta...
El inglés sintió como se crispaba su piel.
—Dímela entonces... —murmuró Tom—. Es mejor que me lo digas rápido, sabes que soy ansioso...
Amelia sonrió.
—Te iré a ver actuar, lo prometo, y debes saber que estoy muy emocionada por la idea... —aseveró—. Me quedaré contigo algunos días, si es que no tienes problemas con eso... me gustaría que me mostraras un poco de la ciudad... espero compartir contigo de la forma que lo haríamos si viviéramos juntos, y después de eso, entre los dos seremos muy honestos, y vamos a decidir si realmente nos podemos imaginar compartiendo de ese modo...
—Está bien... será como tú quiera que sea... —habló Tom—. Pero estoy seguro de que amarás tanto este lugar, que nunca más querrás irte...
Ella comenzó a reír.
—¿Sabes qué? Realmente me gustaría que fuera así... —respondió.
—Muchas gracias por esto...
—No me agradezcas, yo soy la que tiene que dar gracias...
—¿Necesitas algo? —preguntó Tom—. Es decir... sé que no tienes empleo y...
—Pero tengo ahorros... —mintió ella.
—Puedo enviarte algo de dinero si lo necesitas...
—Estoy bien, de verdad.
—Prométeme que si necesitas algo me lo dirás.
—Lo prometo...
—Te estaré esperando, moró mou.
—Gracias Tom... —dijo en un susurro—. Esto es muy importante para mí...
—Agendaré una cita con Philip, él trabaja en la facultad de ciencias, que es donde está tu carrera... —habló emocionado—. Él nos podrá dar un recorrido, así que conocerás el Imperial College London, ¿Qué opinas?
Ella comenzó a reír de la felicidad.
—Eso sería maravilloso...
—De verdad te voy a estar esperando...
—Te quiero, Tom...
Él sonrió, mientras guardaba silencio por unos segundos.
—¿Estás ahí? —preguntó ella.
—Sí, sí estoy... —respondió—. Yo también te quiero, te veré pronto.
—Te veré pronto...
Y colgó.
—Es una muy buena decisión... —habló Faith—. Muy inteligente.
—Solo espero que esté haciendo lo correcto...
—¿Qué sería lo peor que podría pasar? —preguntó la asiática.
—Enamorarme más de Tom y jamás poder alejarme de él...
Don't forget to ★
✒Mazzarena
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Panacea Universal
Fanfic❝El que jamás ha llorado y sufrido en soledad, nunca podrá entender cuan dulce puede llegar a ser el verdadero amor❞ ➤En lugar de una larga parrafeada contándote de qué se trata esto, prefiero dejarte algunos comentarios de mis queridas lectoras: ❝L...