H. G. W. I. A S. |2|

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Dentro de su oficina, Jin Liwei y sus empleados estaban ocupados resolviendo el problema de emergencia, estaba demasiado concentrado en el trabajo que olvidó su hambre.

Sin embargo, sus empleados no tenían una voluntad de hierro como él, algunos estómagos comenzaron a gruñir, se sonrojaron de vergüenza.

Jin Liwei suspiró por dentro, pero por fuera parecía frío, indiferente y serio como siempre, echó un vistazo a su reloj de pulsera de oro, ya era media tarde, más allá de la hora del almuerzo.

-La comida debería llegar pronto ―les dijo.

Asintieron y continuaron trabajando.

Finalmente, hubo un breve golpe y la puerta se abrió, Xu Tian entró seguido de tres subordinados de Jin Liwei desde su casa.

-¿Hm? ―Jin Liwei frunció el ceño confundido. 

No los llamó. ¿Por qué vinieron? Su mirada cayó sobre las enormes y voluminosas bolsas de lona que llevaban.

-Buenas tardes, Maestro, nos disculpamos por molestarlo en el trabajo, sin embargo, tuvimos que venir porque la Maestra nos indicó que le entregáramos el almuerzo a usted y a sus empleados, está molesta porque todavía no ha comido cuando ya es muy tarde ―dijo uno de ellos.

-Oh. ―el ceño de Jin Liwei se evaporó, reemplazado por una expresión suave y gentil, él asintió.― Está bien, trae la comida, todos, vengan, mi prometida nos trajo el almuerzo.

Sus empleados aún no podían acostumbrarse a ver a su presidente con una expresión amable, ya era de conocimiento común en la empresa que su presidente amaba a su prometida, cortesía de los empleados que lo presenciaron hablando con ella por teléfono en varias ocasiones.

Todos los empleados de Jin Corporation se habían estado preguntando acerca de la verdadera identidad de la prometida del presidente, desafortunadamente, todavía no sabían quién era ella.

Por el momento, los empleados presentes en la oficina estaban todos hambrientos, observaron las enormes bolsas de lona que los tres subordinados del presidente estaban desempacando en una mesa cercana.

Había varias cajas bento grandes y elegantes que tenían tres capas cada una apiladas una encima de la otra, también había pequeños recipientes redondos de sopa caliente humeante, se abrieron cajas de cartón, que revelaban diferentes postres para elegir, una pequeña hielera contenía bebidas frías de agua, tés helados, jugos y refrescos.

Xu Tian calentó un poco de agua para aquellos que querían té caliente en lugar de bebidas frías.

Los estómagos gruñeron más fuerte esta vez al ver toda la comida, los ojos de los empleados de Jin Liwei se iluminaron, se les hizo la boca agua y tragaron fuerte después de oler los deliciosos aromas, no podían esperar para engullir toda la comida, fue un festín.

-Continúen y consigan algo de comida ―dijo Jin Liwei, dándoles el tan esperado permiso.

Como todos los empleados estaban extremadamente hambrientos, no se molestaron en actuar modestamente e inmediatamente se apiñaron como perros hambrientos y salivando alrededor de la mesa, tomando una caja de bento cada uno.

Fueron interrumpidos por un sonido de llamada, era el teléfono de la oficina de Jin Liwei. Jin Liwei estaba lejos de su escritorio, por lo que tuvo que caminar para contestar, pero antes de que pudiera hacerlo, el teléfono respondió por sí solo.

-¿Hola, cariño? ¿Puedes oírme? ―una voz robótica y profunda sonó de repente.

Todos los empleados se congelaron y miraron a su presidente alarmados, al escuchar una voz tan antinatural hablando de la nada los asustó.