H. G. W. I. A S. |2|

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Pareciendo un gato que se comió al canario, Iris le dio a Jin Liwei un beso descuidado en la boca antes de deslizarse sobre él para acostarse a su lado en la cama, estirando su cuerpo de manera perezosa, tiró del edredón sobre ellos y se acurrucó en una posición cómoda.

-Mmm... eso se sintió increíble, volveré a dormir... aún es temprano... ―y con eso, cerró los ojos y se durmió con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Jin Liwei parpadeó, sin saber si reír o llorar, ella terminó de usar su cuerpo así que ahora que estaba satisfecha, ¿se iba a dormir? También la forma en que se acurrucó para dormir después de obtener lo que quería era muy similar a Ice Cream, ambos se estaban volviendo cada vez más parecidos a medida que pasaba el tiempo.

Como una verdadera madre e hija. pensó, riéndose.

La idea lo hizo detenerse, una imagen de ella embarazada de su hijo apareció en su mente. 

Él sonrió, sintiéndose cálido ante la hermosa imagen, estaba deseando construir una familia con ella.

Algún día.

Él bañó besos en toda su cara, por supuesto, ella no se despertó porque ya estaba profundamente dormida.

El cielo afuera todavía estaba oscuro, miró la hora. 5:47 a.m.

Parecía que había dormido todo el tiempo desde ayer, se sintió recargado y renovado, no se había sentido tan descansado desde que su bebé lo dejó, ahora estaba lleno de energía y felicidad, especialmente después de una sorpresa tan sorprendente.

Sus labios se alzaron en una sonrisa petulante recordando lo que acaba de suceder, su bebé llevaba un pijama antes de quitárselos, por lo que debe haber estado durmiendo a su lado, pero luego se despertó al amanecer y comenzó a aprovecharse de él mientras él dormía.

No es que se estuviera quejando, de hecho, ¡le encantó! Deseó que se convirtiera en algo normal. 

Se rió ante la idea.

Después de una actividad matutina tan estimulante, ahora estaba completamente despierto, se levantó de la cama y vio que alguien llevaba su pequeña maleta a la habitación.

Al ver algunas toallas dobladas en una silla cercana, tomó una pequeña para limpiar su abdomen, también regresó a la cama y limpió a su bebé, luego tomó una toalla de baño grande, se la envolvió alrededor de la cintura y salió de la habitación.

Las habitaciones no tenían baño propio, solo el dormitorio principal del abuelo Lu tenía su propio baño pequeño y personal. 

Entonces, Jin Liwei usó el baño que recordaba haber abierto el día anterior.

Más tarde...

Recién duchado y vestido, bajó a la cocina, ya podía oler el fuerte aroma del café.

-¡Ahí estás, muchacho! ―la voz del abuelo Lu retumbó por la cafetera― ¡Buenos días! ¡Te ves mucho mejor! ¡Muy bien!

-Buenos días, abuelo Lu. Sí, me siento mucho mejor.

-Lo apuesto. ―un brillo burlón brilló en los ojos del anciano― Te iba a invitar a trotar afuera, es agradable correr cuando hace frío, pero parece que ya hiciste un entrenamiento vigoroso tan temprano en la mañana, para que lo sepas, mi chalet no está insonorizado.

Las puntas de las orejas de Jin Liwei se pusieron rojas, pero su rostro mantuvo una expresión impasible.

-¡Pensé que había un incendio o un desastre natural con todo el rugido y los gritos! ¡Desperté aterrorizado! ¡Oh, mi viejo corazón! ¡Qué bueno que me di cuenta de lo que estaba sucediendo o de lo contrario habría abierto la puerta para rescatarlos a los dos. ¡Bahahaha! 

Jin Liwei se aclaró la garganta, ignorando deliberadamente la maldad del viejo, se hizo cargo de la cafetera y sirvió una taza para cada uno de ellos.

Afortunadamente, el abuelo Lu no abordó el tema y dejó de molestar.

-No sé qué pasó entre ustedes dos que debían separarse temporalmente, su Quinto Hermano, ese nieto mío, me llamó de la nada y me dijo que trajera a Xiulan fuera del país, le pregunté por qué pero ¡él no me dijo nada! ¡Esa chica tampoco me cuenta nada! Bueno, respeto tus secretos, así que no investigué, a pesar de que estaba ardiendo de curiosidad; pero ya no importa eso, parece que todo está bien ahora, me alegra que ustedes dos estén juntos de nuevo y sean muy activos para cumplir el deseo de este anciano de darme bisnietos.

-Muchas gracias por cuidar de Xiulan, abuelo Lu, sabía que estaba en buenas manos cuando escuché que estaba contigo. ―luego, una leve sonrisa tiró de los labios de Jin Liwei― No me importa tener hijos ahora, pero quiero casarme con ella primero, tendrás que esperar después de nuestra boda antes de poder tener a tus bisnietos tan esperados, y ella todavía es joven, no estoy segura si quiere tener hijos de inmediato.

El abuelo Lu entrecerró los ojos hacia él. 

-Boda, ¿eh? Bueno, será mejor que te muevas rápido, muchacho, esa chica solo brillará más a partir de ahora, es inevitable que haya otros hombres que la quieran y deseen, si alguna vez la das por sentado, estoy seguro de que alguien más te la robará rápidamente.

-Nunca la daré por sentado, la amo ―dijo Jin Liwei en un tono serio.

-¡Eso es lo que quiero escuchar! ¡Muy bien! ¡Este anciano tendrá que mantenerse sano entonces, de modo que todavía tenga la energía para cargar y malcriar a mis futuros bisnietos! No tardes demasiado, ¿de acuerdo? ¡Jajaja! 

Después del café, los dos salieron a correr por el barrio montañoso, el clima era frío y el atuendo de invierno era difícil, pero fue refrescante especialmente con una vista tan impresionante de los Alpes suizos.

Corrieron de regreso al chalet cuando el cielo comenzó a aclararse momentos antes del amanecer, Iris ya estaba despierta cuando regresaron, estaba en la cocina bebiendo té mientras observaba al conserje del chalet cocinar huevos, tocino y salchichas para el desayuno.

Todos se saludaron.

Iris brillaba, sus ojos brillantes resplandecían, ella saltó de su asiento, se topó con el abrazo de Jin Liwei y luego bajó la cabeza para besarlo.

Jin Liwei estaba un poco sorprendido pero también muy complacido por lo progresiva que se estaba volviendo al mostrarle afecto a él, especialmente frente a otras personas, su corazón se llenó de pura felicidad. 

Él enganchó sus brazos alrededor de su cintura, cuando terminaron de besarse, había una sonrisa estúpida en su rostro.

-¡Ustedes dos ni siquiera se han casado todavía, pero ya están actuando como si estuvieran en su luna de miel! ¡Hmph! ¡Dejen que este viejo coma el desayuno adecuado, no comida para perros! ―el abuelo Lu se quejó, pero sus ojos bailaron divertidos.

Comieron juntos, una foto de una familia feliz.