Capítulo 66.

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La luz de sol entraba débilmente por una pequeña separación en la cortinas de esa habitación; el sonido de ese aparato de hospital es lo único que llena el silencio del lugar. Una joven de piel cobriza, con los brazos llenos de vendas (ella tiene una máscara para ayudarla a respirar, un dedal para medir su ritmo cardíaco y una vía para suministrarle suero) aunque ya se encuentra fuera de peligro, su estado aún es débil, bueno no tanto, pero se entiende. Ella poco a poco comenzó a abrir los ojos débilmente, adaptándose un poco a la débil luz que se encuentra, sentía mucho frío, más de lo normal (claro está en un hospital, siempre hace frío)  Victoria respiro profundo, con algo de dificultades, sentía muy frío en sus brazos; cuando su visita se adaptó a la iluminación, se da cuenta que esta en un hospital << otra vez aquí >> piensa ella, no le  gusta los hospitales en lo más mínimo ( ha estado tanta veces en un hospital que es lo último que quiere ver en su vida) la de pecas comienza a analizar el lugar, hasta que alguien conocido entra.

Hermana bella!! — dice feliz de ver a su hermana despierta. Catalina corre y la abrazo, haciendo  que Victoria se quejara un poco — oh! Lo siento ¡pero es que estés despierta! — dice Catalina mientras la toma de la mano. Victoria se bajo la máscara.

Cuando tiempo llevó aquí?... — pregunta con algo de dificultades. Se vuelve a subir la máscara.

Hermana estuviste en coma otra vez por 3 semanas — responde mientras la mira. Victoria se sorprende. Se bajo la máscara.

Hermana lo siento y-yo no quería arruinar  tú fiesta de bodas y mucho menos arruinar tu Luna de miel... Y-yo ... — es interrumpida. Catalina le puso la máscara.

Eso no importa hermana... No podía irme y dejarla a Usted sola aquí, eso no sería correcto ¿verdad? Además tu eres los que más me importa en el mundo hermana — dice Catalina. Victoria la miro conmovida, nunca había visto ese lado de su hermana. Se bajo la máscara.

Hermana... ¿Y los demás? — pregunta. Se acaba de dar cuenta que hay mucha soledad.

Todos se fueron la semana pasada, los estaban llamando de sus países y les ordenaban volver, pasaron el tiempo límite que les dieron. Se fueron muy preocupados por usted y me hicieron prometer que les llamaría en cuanto Usted despertará — responde Catalina.

Y-ya veo... — dice algo desánima.

Todos menos tú novio ruso — dice con Picardía.

Como es la vaina!? — pregunta confusa, se pone la máscara ya que le costó respirar.

Así es, mi cuñado aún está aquí, mi esposo y él salieron a comprar algo para comer, y nuestros amigos le hicieron prometer lo mismo que a mí y si no me crees... (Risita) tengo evidencia — dice con una sonrisa dulce. Catalina le comienza a mostrar fotos que tomó con su celular. La primera salía los chicos todos junto, cuando se fueron, una donde Andrey sale dormido en la silla que esta en la habitación, otra donde está mirándola preocupado, una donde salen los tres comiendo en la cafetería del Hospital y la última tiene fecha de ayer, donde sale Andrey dormido en el borde de la cama — tan lindo que parece mentira, que un hombre tan serio como él, se encuentre tan preocupado, tanto que ha ignorado las llamadas que recibe de su país — explicó Catalina con ternura.

<< ¿él realmente se quedó aquí para cuidarnos? >> — pensó sorprendida.

Pensé que él no se preocuparía por ninguno de nosotros pero en todo este tiempo, no sólo estaba al pendiente de usted, también estaba al pendiente de todos nosotros y al igual que en la isla, él está pagando los gastos y no deja que usemos el dinero que tenemos para el viaje... Te digo algo hermana. Me gusta a Andrey como cuñado, no lo dice pero se preocupa por nosotros, después de todo seremos familia —  dice pensando en eso.

𝕲𝖚𝖆𝖗𝖉𝖎𝖆𝖓 𝖂𝖎𝖟𝖆𝖗𝖉𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora