Capítulo 29.

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Un silencio lleno la sala de la casa del mexicano, cada uno lo veían serio, no es normal ver al mexicano serio, Miguel suspiro pesado, y miro a sus amigos con cara decaída.

Si, ella lo niega pero creo que ni ella misma sabe que hacer ante esto... - dice Miguel mirando abajo.

No creo que sea así, de seguro... - es interrumpida.

Que no se entere que ustedes también están enfermos... - dice Miguel mirandolos serio.

Como lo?... - Eduardo es interrumpido.

Muy simple, pero prefiero no hablar de ello ahora; mejor pensemos que vamos a hacer mañana - dice Miguel para cambiar tema.

Bueno ir a verla, es más que obvio parce - dice Catalina.

Os recuerdo que ella es muy inquieta y de segura le vas a insistir para que la lleváis a casa - dice Antonio.

Pos la llevamos y listo - Dice Miguel.

Los 4 pasaron la mayor parte del tiempo hablando que harán cuando vean a Victoria y el resto de cosas sin sentido y tonterías. En casa del ruso, Andrey estaba sentado en el sofá y Victoria estaba acostada en el mismo, ella miraba una y otra vez la misma foto, donde está ella junto con los chicos; Victoria esta muy confundida, pero a la vez entendía el por qué Antonio no le contó, él aún no lo superaba, y no se sentía con el valor de contarle; Andrey solo se limitaba a verla de reojo, no le gusta verla así, pero algo lo confunde un poco ¿desde cuando se volvió tan amable? Esa pregunta lo invadía por completo, no sabe por qué se siente así, ese sentimiento de cariño, cuando esta con ella, ese sentimiento de sentirse querido por alguien, de poder disfrutar de ese sentimiento; él de inmediato negó con la cabeza no se podía confiar de más, no quería ser lastimado de nuevo, pero aún así, no entendía ¿el por qué? ¿acaso era? No eso era imposible.

Andrey por favor te pido que duermas esta noche - dice ella, eso hizo que él se sobre salte.

Eh? Está bien, pero ¿cómo sabes que no dormí por la noche? - pregunta él mirándola.

No soy tonta catire, sé que no dormiste a noche tampoco - dice ella mirando abajo.

Vale, me atrapaste, pero no quiero que vuelva a suceder y estás sola - dice él de forma sería pero tranquilo.

Es una vez por día, además dudo que vuelva a pasar 2 veces por día jeje - dice ella en broma.

Creo que tienes razón... - dice él con una leve sonrisa.

Después de una rato ambos se van a dormir pero Andrey tenía todo un conflicto interno, su razón contra sus sentimientos, era una batalla dura, una donde su razón estaba tomando ventaja, aunque sus sentimientos no se estaban quedando muy atrás; no importa lo que tenga que hacer no lo iba aceptar, se negaba rotundamente, él ruso daba algunos golpes en la almohada y se movía de un lado a otro, pero después de un buen rato por fin se quedó dormido. Al día siguiente él se levantó con cara de pocos amigos, no durmió bien y para completar, apenas está levantándose y ese conflicto interno no perdió tiempo e inicio su batalla; suspiro con pesadez, se levantó y camino al baño personal que esta en su habitación, se ducha, hace lo que tiene que hacer y sale para luego vestirse; cuando sale de su habitación se detiene unos segundos, este giró su cabeza en dirección a la habitación de la Latina, camino a paso lento pero firme a esa dirección, puso su mano en el pomo y abre la puerta despacio, asoma su cabeza y la miro, parecía estar aún dormida pero aún así se acercó, si, está preocupado por ella, cuando estuvo en frente de ella, le pareció muy tierna la imagen que estaba viendo; Victoria estaba dormida cómodamente mientras abraza una almohada, con una de sus piernas arriba de esta, cabe mencionar que esa pierna esta fuera se la sábana; Andrey no se resistió y saco su celular del bolsillo de su pantalón y le tomó una fotografía, luego guardo su celular y la mira detenidamente, por un momento olvido su conflicto interno, se sentía en paz, como si todos sus problemas desaparecieron por completo, él euroasiático movió delicadamente unos mechones de cabello que caían tiernamente en el rostro de la Latina.

𝕲𝖚𝖆𝖗𝖉𝖎𝖆𝖓 𝖂𝖎𝖟𝖆𝖗𝖉𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora