++ Diez ++

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— ¡Ese perro tonto sigue llorando a las faldas de la pequeña viuda!

Mo Nian y sus dos amigos se echaron a reír a carcajadas cuando vieron a Mo Ran salir del Pabellón de Loto Rojo. La mirada oscura de Mo Ran se tornó gélida y levantando el rostro con altivez dijo:

— Cállate si no quieres que vuelva a patearte el trasero.

— Tú...— soltó Mo Nian con el rostro enrojecido, dando un paso adelante con la intención de atacar a Mo Ran.

El piso se había vuelto resbaladizo, con lo que el joven señor cayó estrepitosamente junto a sus amigos; Mo Ran sonrió con una ligera burla y se fue. Por el camino se encontró con Madame Wang, que cargaba con dificultad algunas cajas, y se ofreció a ayudarle. Después volvió a su habitación y se echó a llorar.

"¿Por qué Shizun no me quiere?"

Había pasado un año desde su llegada al pico, y se le habían acabado las ideas. Ya no sabía como lograr que Chu WanNing lo aceptara como discípulo: intentó pidiendolo una y otra vez, obsequiándole cosas, siguiéndolo, pero nada funcionaba; incluso trató siendo pegajoso como su tío Luo le había sugerido pero todo lo que consiguió fue ser echado de una patada. Mo Ran no sabía cómo habían sido las cosas entre Luo BingHe y Shen QingQiu, pero estaba seguro de que tío Shen jamás había pateado a tío Luo.

Los esfuerzos de un año rendirían sus frutos una tarde lluviosa. Como siempre hacía, se dirigía a la residencia de Chu WanNing cuando notó que una lombriz de tierra se arrastraba por el camino de apartarla, el problema era que la lombriz se negaba a sujetar el palo que Mo Ran le ofrecía pero él seguía insistiendo; temía que la lombriz fuera aplastada si la dejaba allí. Estaba tan ensimismado en su tarea que no se dio cuenta del momento en que Chu WanNing había llegado.

— ¿Qué estás haciendo?— preguntó.

— ¡Ah!— Mo Ran se puso de pie con una sonrisa—. Este... yo... yo quería sacar a esta lombriz del camino para devolverla al pasto. Si sigue así podría ser aplastada y...

Un resplandor interrumpió sus palabras: usando su rama de sauce dorada, Chu WanNing había tomado aquella lombriz con cuidado para dejarla en el pasto. Un suspiro de admiración salió de los labios de Mo Ran, que se acercó a Chu WanNing con emoción y preguntó:

— ¿Esa es un arma sagrada? ¿Cómo se llama?

— TianWen— respondió Chu WanNing secamente.

— Yo quiero un arma como esa.

Chu WanNing arqueó una ceja con las palabras de Mo Ran.

— ¿Por qué?

— Quiero un arma piadosa como TianWen para ayudar a las lombrices de tierra.

Hubo un breve silencio, después del cual Chu WanNing indicó:

— Ven mañana a primera hora para iniciar tus lecciones. Podemos hacer la ceremonia del té después.

— ¡Sí!

Mo Ran esperó a que Chu WanNing estuviera lejos para saltar y gritar de la alegría. ¡Finalmente había sido aceptado por su Shizun! No podía esperar para contarle a sus padres y a sus tíos.

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En la cumbre Cang Qiong, Shang QingHua corría apresuradamente hacia la cumbre Qing Jing sin detenerse hasta llegar a la casa de bambú que era la residencia de Shen QingQiu. No le preocupaba interrumpir nada, sabía que Luo BingHe y Mobei-jun se encontraban en el Reino Demoníaco ocupados con sus cosas, por lo que tocó la puerta a lo desgraciado hasta que un malhumorado Shen QingQiu abrió.

— Que demonios... — farfulló siendo interrumpido por Shang QingHua.

— Hermano Pepino, tengo que preguntarte algo— dijo—. Es importante así que escucha con atención. Tú has leído más novelas que yo. ¿Conoces una llamada The Husky and his white cat Shizun?

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora