++ Sesenta y cuatro ++

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La cumbre An Ding estaba de fiesta por el regreso de su señor. Estaban tan ocupados con los preparativos de la celebración que se olvidaron del trabajo diario de la cumbre pero a nadie le molestó, sino que conaideraron que podían tomarse un día libre tomando en cuenta la ocasión.

— ¡Shizun!

Li Mingzhe fue el primero en correr al encuentro de Shang QingHua cuando llegó a la cumbre acompañado por Mo Ran. El joven abrazó a su maestro, llorando de alegría, y el mayor le dio una palmada en la cabeza. Al poco tiempo los demás discípulos de la cumbre se acercaron rodeando a su maestro, recibiéndolo con felicidad.

Shang QingHua se sintió feliz. Se sintió en casa.

Rápidamente se puso al corriente de lo sucedido en los cinco años que estuvo en coma. Sabía algunas cosas que Mo Ran le había contado en privado, pero ver el panorama completo había sido gratificante.

— Entonces… ¿cuando comenzaron estos sueños tuyos?

Mo Ran frunció el ceño, recordando. Se encontraba en la habitación de Shang QingHua junto a Mobei-Jun. Era de noche y todos se habían retirado a descansar ya que al día siguiente tendrían mucho trabajo con el cual ponerse al corriente.

— Desde la subasta de la isla LinLing— dijo el joven—. Vi el cetro… su nombre en realidad es Tuntian, no sé como tengo esa certeza. 

Un 'ding' se escuchó en la mente de Shang QingHua y una pantalla del sistema se abrió.

[ Tuntian. Poderosa arma espiritual del reino de Chonghua cuyo propietario era Xihe-Jun, el general Mo Xi, perdido cuando él murió ]

— Interesante— dijo Shang QingHua, y una idea se le ocurrió—. A-Ran, es posible que ese cetro haya despertado memorias de alguna vida pasada tuya.

— ¿Eso se puede?— preguntó Mo Ran, sorprendido.

— Cualquier cosa se puede— dijo Mobei-Jun.

"En especial si se trata de una pluma caprichosa como la que está haciendo esta historia", pensó Shang QingHua.

— Papá, mira— dijo Mo Ran de repente, llamando a BuGui—. Esta es mi espada de la montaña Cang Qiong.

El semblante de Shang QingHua se iluminó al ver que sus peticiones finalmente habían dado frutos, pero esa alegría se evaporó al escuchar las siguientes palabras de Mo Ran.

— Mientras estaba en la cueva, percibí energía oscura contenida en el rincón. Cuando me acerqué para ver, pude notar la empuñadura de una espada. ¿Hay alguna espada sellada?

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— Descubrió a Xin Mo.

Luo BingHe frunció el ceño con las palabras de Mobei-Jun. Ambos demonios se habían reunido en el palacio del soberano del Reino Demoníaco, lejos de curiosos y miradas indiscretas, de modo que podían tener total privacidad.

— Para haberlo descubierto, tendría que ser sensible a la energía oscura— dijo Luo BingHe—. Más concretamente, tendría que ser más sensible que tú. O tendría que haber profundizado en la magia de las barreras.

Esta vez fue Mobei-Jun quien frunció el ceño, recordando la catástrofe de años atrás.

— A-Ran ha aprendido a crear barreras. Es probable que eso lo haya atraído hacia la contención de Xin Mo— dijo—. Será cuestión de tiempo para que alguien más lo descubra. 

— Reforzaré la contención— dijo Luo BingHe—. Será algo temporal, creo que debemos buscarle otro refugio. Tendré que pedirte que te encargues de eso.

Mobei-Jun asintió sin decir nada. Sus fuentes le decían que alguien sabía de la espada y pensaba obtenerla a cualquier costo. Era algo que no podían permitir.

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Y a partir de aquí comienzan las cosas bonitas y gorditas (?)

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora