++ Noventa y seis **

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— ¡Aquí, por favor! ¡Si me prestan atención les explicaré lo que quieran!

Una de las más grandes ventajas de trabajar en la cumbre An Ding es que logras desarrollar el tono de tu voz para hacerte oír entre un gran barullo y atraer la atención de todos sobre tí. Shang QingHua agradeció internamente esto mientras se paraba sobre una cubeta para verse un poco más alto y, poco a poco, las miradas de todas las sectas se posaron sobre él apartándose de Mo Ran, que dio un paso atrás.

— ¿Cómo es que el señor de la cumbre An Ding puede resolver nuestras dudas?— preguntó Jiang Xi con dureza.

— Porque no hay nadie que conozca el mundo de los demonios como yo— se jactó Shang QingHua—. Y debido a eso he investigado las diversas técnicas demoníacas de las que se tiene registro.

Uno de los sanadores de Gue Yue Ye, el conocido como la Mano Sagrada de Escala Fría, intervino cruzándose de brazos.

— ¿Acaso los demonios celestiales del Reino Demoníaco tienen conocimiento de las tres técnicas prohibidas?— preguntó.

Shang QingHua entrecerró los ojos viendo a esta persona. La razón por la que no lo desenmascaró justo ahora era porque sabía que aún no era el momento adecuado, además de que por eso mismo el sistema le gritaría sobre una alarma de OOC al oído y no lo necesitaba. En el libro original, que Mo Ran supiera sobre la técnica de ajedrez Zhenlong de Corazón Precioso era una de las razones que constituían tanto su condena a muerte por el pabellón Tianyin como la caída del pico SiSheng al ser los únicos que podrían saber lo que Hua BiNan planeaba hacer; y si Shang QingHua podía evitar ambas cosas no veía problemas en hacerlo.

Es decir, ya había cambiado el curso de la historia y había dos novelas mezcladas en una sola trama, ¿qué es lo peor que podría pasar?

— De hecho, señor Mano Sagrada, existe el rumor de que un clan de demonios celestiales ha desarrollado una cuarta técnica prohibida— dijo Shang QingHua examinando las reacciones de todos.

Como esperaba, había una sorpresa muda mezclada con escepticismo en todos los presentes menos en su hijo y en el sanador de Gue Yue Ye. De hecho, en éste último había un pequeño gesto de alarma que fue levemente visible a pesar del velo que lo cubría; lo cual hizo sonreír a Shang QingHua internamente.

— Shang-shidi, ¿puedes continuar tu explicación?— inquirió Shen QingQiu, abanicándose lentamente.

— Por supuesto— dijo Shang QingHua ante las miradas de sus compañeros de secta.

El venerable Avión-juju no lo sabía, pero los miembros de Cang Qiong lo habían estado observando minuciosamente desde que había despertado de su coma. Aunque ya había demostrado su valía al fortalecer la cumbre de logística, todos lo observaron bajo una nueva luz tras lo sucedido en Cai Die: algunos no podían creer que él realmente había ayudado a Chu WanNing para contener la amenaza y ahora a duras penas podían dar crédito a sus oídos cuando lo escucharon hablar de está información oscura.

Ninguno de ellos lo sabía, pero el brazo vigilante de Shang QingHua se extendía hasta sitios que no podrían imaginar. Gracias a sus conexiones, había confirmado gran parte de la información que obtuvo gracias al plus que le permitía mirar el material original. Así fue como, con un gesto de la mano para llamar la atención, Shang QingHua dijo:

— La técnica del Ajedrez Zhenlong se ha llevado a cabo de manera incompleta debido a un detalle: crear una sola pieza consume demasiada energía espiritual. El efecto vale la pena para el ejecutor, claro, pero le sería casi imposible refinar una pieza de ajedrez nuevamente. Por lo tanto, algunos demonios exiliados comenzaron a investigar qué podrían usar para reemplazar la pérdida monumental de energía.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora