Una nueva vida

++ Setenta y cuatro ++

Shang QingHua bloqueó otro golpe de Xu ShuangLin y arremetió contra él lanzando una certera estocada con la espada que alcanzó el brazo de su contrincante.

— No imaginé que el señor de la cumbre de logística fuera tan feroz— dijo el anciano Xu—. ¿Es una secuela de vivir entre demonios?

— Cállate— replicó Shang QingHua atacando de nuevo. 

Por su parte, NanGong Liu trataba de atacar sin éxito a Chu WanNing, que podía bloquear sus intentos con facilidad sin dejar de tocar el guqin para purificar a los afectados por el ajedrez Zhenlong. Justo cuado lanzó su ataque más desesperado, una sombra negra se cruzó en su camino bloqueando el ataque con un látigo rojo. Chu WanNing y Shang QingHua suspiraron de alivio al ver a Mo Ran arremeter contra NanGong Liu con una ferocidad nunca antes vista en él, pero el líder de secta podía esquivar con facilidad los ataques recibidos.

Chu WanNing frunció el ceño al ver el látigo en manos de Mo Ran: era completamente liso y resplandeciente, muy contrario de JianGui que lucía igual a TianWen y era rodeado por una ligera escarcha. Una punzada dolorosa atravesó su cabeza y cerró los ojos, viendo una imagen mental aparecida de repente en la cual se encontraba en el interior de una cueva que apestaba a sangre. Junto a él se encontraban un hombre en silla de ruedas, un adolescente y una niña, que observaban anonadados el encuentro entre dos hombres. El mismo látigo que Mo Ran sostenía en su mano se balanceaba de un lado a otro, en su contra, mientras él se defendía de sus ataques.

— Caballero Murong, él te está esperando— dijo el hombre de negro frente a él—. Dijiste que irías a verlo, ¿recuerdas?

— Yo…— el arma espiritual del hombre seguía arriba y abajo, dibujando ataques asesinos—. Tenía que vengar a mi familia.

Chu WanNing se desplomó desvaneciendo los encantamientos que había llevado a cabo. Las enredaderas doradas desapareciendo liberando a las marionetas de ajedrez, pero estaban tan desorientados que no se movieron, Shang QingHua dio un salto atrapando a Chu WanNing y ambos aterrizaron en el suelo.

— Anciano YuHeng, no se muera— dijo Shang QingHua sacudiendo a Chu WanNing.

— No estoy muerto— replicó Chu WanNing secamente—. Mi antigua enfermedad resurgió, es todo. Usar dos armas sagradas al mismo tiempo drenó mi poder espiritual.

Mo Ran se había detenido dejando ir a NanGong Liu, debatiéndose internamente en si debería perseguirlo o ir junto a su padre y su maestro.  De su mano libre surgió la rama JianGui, pero el látigo de su otra mano no desapareció. Xu ShuangLin aprovechó el momento corriendo hacia Mo Ran con un abanico en la mano, los dos látigos en posición del joven se movieron y él habló, pronunciando seguidamente dos nombres como si dos personas diferentes habitaran el mismo cuerpo.

— ¡JianGui! ¡Shuairan!

Las dos armas fueron lanzadas al mismo tiempo de manera desordenada, lo cual permitió a Xu ShuangLin llegar hasta Mo Ran sin recibir daño y aprovechó su cercanía para atacar con el abanico. Mo Ran dio un salto hacia atrás pero aún así fue alcanzado por el arma y una gota de su sangre fue a dar al lago donde se encontraba la matriz con las armas.

Una grieta aún mayor se abrió en el cielo y una cascada de lava hirviente se precipitó hacia abajo, como una gran cascada resplandeciente que prendió fuego todo. Al mismo tiempo, el sonido de un guqin y una suona recorrieron todo el lugar: mientras que el primer instrumento creó una barrera protectora contra el fuego, el segundo recorrió a las personas del lugar eliminando de sus cuerpos los restos del ajedrez Zhenlong y otorgó claridad a sus mentes. 

Chu WanNing observó atentamente a Shang QingHua y dijo:

— No sabía que podía tocar el guqin.

— Es una costumbre de familia— dijo Shang QingHua.

En realidad todo había sido obra del sistema. La breve ausencia de Shang QingHua, la que había sido aprovechada por NanGong Yan para acercarse a Mo Ran, se debió a una tarea del sistema en la que tuvo que ir a ver a su padre y pedirle el guqin de Murong Lian. Y ahora todo se debía al plus de conveniencia del guión, pero mientras no muriera y pudiera salvar a otros estaba bien. Shang QingHua no se quejaba demasiado, de todas formas el sistema tacaño no tenía un buzón de quejas y sugerencias porque estaba seguro que tanto él como Shen QingQiu lo habrían abarrotado hacia mucho tiempo.

En cuanto al misterioso origen de la suona…

Un hombre cubierto con una capa negra aterrizó suavemente frente a Mo Ran negando con la cabeza.

— Mi princesa realmente es tan traviesa— dijo con un suspiro—. En serio, Mo Xi, ¿desde cuándo eres así?

Mo Ran sonrió sin decir nada, y el hombre puso una mano sobre su cabeza. Chu WanNing corrió hacia ellos en el momento que Mo Ran cayó al suelo, pero en ese instante Jian Jun Qing apareció atrapando a Mo Ran mientras Feng Shiyao corría hacia sus compañeros. Ambos miraron al hombre de negro un momento antes de desviar la mirada hacia otro lado.

En ese momento un enorme pie esquelético emergió del río de lava y un gran esqueleto se hizo presente.

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Me voy a brincar toda la parte donde ponen en evidencia a NanGong Liu. O la voy a hacer más resumida, todavía no sé.