Extra: Cita doble

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Las palabras "cita doble" salieron de la boca de Shang QingHua la primera vez que Mo Ran las oyó. En ese entonces aún era un niño, y cuando preguntó el significado de aquello, el señor de cumbre dijo:

—Significa que dos parejas salen juntas y hacen cosas de amigos.

Y esas mismas palabras fueron las que él dijo cuando supo que sus hermanos marciales habían salido juntos.

—¡Una cita doble! —exclamó alegremente—. Shizun, tengamos una.

—¿Con quién iríamos? —preguntó Chu WanNing.

—Con Mo Xi y Gu Mang.

Por supuesto, Mo Xi tenía ciertas reservas al respecto, pero Gu Mang estaba entusiasmado así que los cuatro salieron rumbo a un sitio, uno que Mo Xi tenía ganas de conocer. Aunque lo había visto mientras su conciencia compartía cuerpo con Mo Ran, deseaba explorarlo con sus propios ojos ahora que podía hacerlo. Y al escuchar el lugar del que se trataba, ni Gu Mang ni Chu WanNing pusieron objeciones al respecto.

El albergue Li estaba en su tope de trabajo cuando el pequeño grupo llegó al sitio. Madame Li iba de un lado a otro llevando a los diversos ocupantes del lugar a sus respectivas habitaciones cuando vio a las dos parejas llegar, sonriendo al ver a Mo Ran; que era conocido para ella. Su expresión sonriente se convirtió en una de sorpresa cuando vio a Mo Xi y se llevó una mano a la boca, conmocionada por lo que veía.

—Señora Li... —dijo Mo Ran.

—Por favor, síganme —dijo la mujer, guiando al grupo a la oficina principal.

Mo Xi sonrió levemente al reconocer su propio despacho, y una vez se cerró la puerta tras ellos, Madame Li dijo:

—Usted es Xihe-Jun.
—Madame Li, el título no es necesario —dijo Mo Xi.

—Mi abuelo era Li Wei, su mayordomo —replicó Madame Li—. Él creyó que usted había muerto, él...

—Estuve a su lado en su lecho de muerte —le interrumpió Mo Xi con calma.

Li Wei había sido su compañía durante muchos años, y Mo Xi le tenía aprecio, por lo que cuando se enteró de su próximo fallecimiento decidió volver a la capital para acompañarlo en sus últimos momentos. El joven recordó la expresión de alegría en el rostro ceniciento del mayordomo al verlo con bien, lejos de las intrigas que le habían hecho demasiado daño y, lo más importante; se alegró de verlo feliz. Mo Xi estuvo a su lado durante días, hasta el momento que el hombre falleció, y fue uno de los dolientes que lo acompañó en su funeral. Al escuchar esto, Madame Li rompió en llanto. Al igual que todos en la familia, ella había escuchado de su padre la historia de cómo el general Mo lo había sacrificado todo para salvar a las personas inocentes de Chonghua y de cómo el ancestro Li le había servido fielmente, siendo testigo de su alegría, su dolor y su sufrimiento. Mo Xi y la madame hablaron durante un rato, haciendo un acuerdo en nombre de Murong Chuyi de que la cumbre Wan Jian ayudaría al albergue con lo que necesitaran, y luego de un rato se fueron de allí.

Ahora, la cita doble podía dar comienzo, y Gu Mang tuvo una idea de cómo iniciar.

—Hay que ir a un sitio especial para cada quien —dijo.

—Entonces, inicia tú —dijo Mo Ran, a lo que Gu Mang estuvo de acuerdo.

Y, para su sorpresa, Gu Mang los guió a una academia. Soltando una carcajada, dijo señalando el lugar:

—Mira, la Academia de Cultivación sigue en pie. ¿No es increíble?

—Lo es —coincidió Mo Xi—. Pero, ¿por qué es un lugar especial para tí?

—Bueno, aquí conocí a mis hermanos —dijo Gu Mang—. Y sobre todo, fue aquí donde te conocí a ti. Eras una pequeña celebridad, Mo Xi.

Mo Ran sintió la curiosidad prendarse de él, y a pesar de la severa mirada de advertencia que le arrojó Chu WanNing, preguntó:

—¿Qué decían del general Mo?

—Ah, cosas sin importancia —dijo Gu Mang agitando la mano con un gesto despreocupado—. Pero fue aquí cuando vi el gran corazón que poseía, y pensé para mí mismo que si alguna vez tenía la oportunidad de protegerlo iba a hacerlo sin dudar.

—Y lo hiciste —dijo Mo Xi, tomando su mano.

—¿Hay algún lugar especial para ti?— preguntó Mo Ran.

Mo Xi asintió y los guió a un sitio boscoso cerca de la frontera del antiguo reino Liao. Ante las miradas interrogativas de los demás, dijo:

—Aquí acampamos una vez, durante un combate con el reino de Liao. Y aquí fue cuando cumplí la mayoría de edad. En este sitio confesé mis sentimientos.

Mo Ran y Chu WanNing miraron atónitos como el desvergonzado Gu Mang se sonrojaba ligeramente con ese recuerdo, ya que había sido su primera noche de primavera; y había sido su primera experiencia sexual. También había sido algo intempestivo así que no solía hablar al respecto. Tras un breve momento de silencio, Gu Mang dirigió una mirada traviesa a Mo Ran y dijo:

—Tu turno.

—Ah... pero los míos son dos lugares especiales —dijo Mo Ran, y nadie tuvo ningún problema al respecto.

El primer sitio al que fueron fue la tumba de Duan Yihan. Mo Ran encendió una varilla de incienso y ofreció una plegaria a la memoria de su madre, diciendo poco después:

—Fue aquí donde mis padres decidieron adoptarme. Este sitio es especial no solo por ser el lugar de descanso de mi madre, sino también porque mi vida inició aquí.

Chu WanNing tragó saliva, recordando a la pequeña bolita andrajosa en brazos de Shang QingHua y apartó la mirada. Después se dirigieron a la ciudad de YinYang, donde Mo Ran guió a Mo Xi y a Gu Mang por los mismos sitios a los que había llevado anteriormente a Chu WanNing, deteniéndose finalmente en la plaza central. Mo Ran había descubierto que sus padres se habían unido en este lugar, lo que hizo que fuera aún más especial para él. Finalmente fue el turno de Chu WanNing de elegir un sitio; tanto Mo Ran como Mo Xi estaban seguros que elegiría el pico SiSheng al ser uno de los lugares que consideró un hogar, pero la sorpresa de ambos fue mayúscula cuando llegaron al pueblo de Lin An. Chu WanNing recorrió el pueblo con seguridad hasta llegar a un viejo templo abandonado; su mirada de fénix recorrió el lugar y las yemas de sus dedos recorrieron la madera roída de la puerta, diciendo:

—Este fue el último lugar donde estuve con Shizun.

Chu WanNing era un hombre orgulloso, y el odio que se había arraigado en su alma había sido corrosivo, por lo que le costó mucho admitir que este era su lugar especial por los recuerdos que atesoraba: aquí había sido el lugar donde llamó "Shizun" cariñosamente a Huai Zhui, donde ofrecieron oraciones juntos y donde jugaron por última vez. Fue en este sitio cuando Huai Zhui se refirió a él con afecto, siendo esa la primera y la última vez que sentiría el cariño de su maestro, antes de que todo se fuera a pique. Mo Ran, que sabía la profundidad de ese recuerdo, se acercó a Chu WanNing y tomó su mano, abrazándolo poco después. Mo Xi y Gu Mang permanecieron apartados, cada uno sumido en sus propios pensamientos.

La cita doble había dado un giro inesperado, pero aun así la habían pasado bien.

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Este capítulo está basado en mi headcanon de que el XiMang y el RanWan serían muy buenos amigos, con Mo Ran y Gu Mang echando desmadre mientras Mo Xi y Chu WanNing se toman un té tranquilamente.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora