—QingHua.
Mobei-Jun miraba al techo de su habitación en el Desierto del Norte. Ese día había sido especial para todo el mundo: era el cumpleaños número 30 de Mo Ran. Se había llevado a cabo una celebración en la montaña Cang Qiong a la que acudieron todos los humanos que había conocido en su camino: además de los miembros de An Ding, con quienes había crecido, se encontraba la gente del pico SiSheng.
—Mi padre ha decidido dejarme el liderazgo del pico dentro de poco tiempo —dijo Xue Meng, orgulloso.
—Serás un buen líder —dijo Mo Ran.
Los cinco hermanos marciales pasaron gran parte del tiempo charlando y jugando juntos, mientras su maestro los veía a la distancia, complacido y orgulloso de los discípulos que había formado. Por supuesto, Shang QingHua se había mostrado como el padre más orgulloso del mundo, viendo a su pequeño retoño celebrar sus treinta años de vida con la gente que era especial para él, personas que lo habían acompañado en su camino, sorteando diferentes obstáculos hasta llegar al momento pacífico en el que se encontraban.
Por la tarde, Shang QingHua llevó a Mo Ran al palacio del Norte, donde los demonios a cargo de Mobei-Jun se las habían arreglado para organizar una celebración. El joven príncipe se había ganado el afecto de los demonios que eran leales a Mobei-Jun por lo que también deseaban celebrar este día especial para él.
Y finalmente, en la madrugada, Mobei-Jun había despertado viendo a Shang QingHua y a Mo Ran, que dormía tranquilo entre ambos como cuando era niño. La melancolía se apoderó del rey de hielo cuando pensó en que esta sería la última vez que dormirían así: había llegado el momento en que Mo Ran formaría su propia vida lejos de ellos, acompañado por el amor de su vida. Y aunque probablemente recibiría las visitas de su hijo, no sería lo mismo. Mobei-Jun miró orgulloso a Mo Ran, que era todo un hombre hecho y derecho, y fue entonces cuando llamó a su consorte.
—¿Qué ocurre, Dawang? —dijo la voz adormecida de Shang QingHua.
El señor de cumbre no pudo evitar recordar aquella lejana ocasión en que su esposo lo había despertado para compartirle sus preocupaciones respecto a la paternidad que habían adquirido. Ya no había nada que temer, por lo que se preguntó con curiosidad a qué se debía la llamada de su esposo. Mobei-Jun sonrió, acercándose lo suficiente a Shang QingHua para besar su frente y dijo:
—Gracias.
—¿Por qué? —preguntó Shang QingHua, confuso.
—Por confiar en mí. Por nuestro hijo.
Ambos miraron a Mo Ran, que seguía dormido, y entrelazaron sus manos abrazando al joven. Por primera vez desde que su aventura como tramsmigrador comenzó, Shang QingHua agradeció la tarea del sistema que le permitió tener a Mo Ran como su hijo.
Finalmente, todo estaba bien.
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Ah, que bonita familia (◍•ᴗ•◍)❤
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Una nueva vida
ФанфикShang QingHua no entendía qué quería decir el nuevo mensaje del sistema, hasta que una visita a una nueva secta le da la respuesta, y una responsabilidad que no esperaba tener pero que estaba dispuesto a afrontar. Fanfic inspirado en el one-shot "Se...