Una nueva vida

++ Cuarenta y cinco ++

Mo Ran se puso de pie repentinamente cuando recordó que estaba en el abismo del Jardín de Flores de Melocotón. Sin embargo, no estaban rodeados por llamas de fuego eterno, solo había una luz rojiza a su alrededor.

Y cientos de cadáveres.

Con el rostro ceniciento, Mo Ran se acercó a mirar y dio un respingo al ver que se trataba de toda la tribu emplumada. Todos, en su totalidad, tenían frutas lingchi en la boca; un escalofrío recorrió a Mo Ran al recordar lo que Chu WanNing le había dicho de esa fruta: mientras estuviera en la boca de una persona, esta no podría morir, siendo condenada a sufrir una muerte lenta y dolorosa hasta que el fruto se pudriera. El joven se llevó una mano a la boca, deduciendo lo que pasaba aquí.

— Una matriz de bloqueo de alma, que oculta una formación de Ajedrez Zhenlong. Esto es terrible.
— Más que terrible— dijo Chu WanNing apareciendo de repente.
— ¡Shizun!

Mo Ran se mantuvo en su sitio al ver la furia en los ojos de Chu WanNing, tragó saliva y dijo en una voz apenas audible:

— Yo no fui…
— Ya sé que tú no fuiste— le interrumpió Chu WanNing bruscamente—. Mo WeiYu, solo me traes problemas, ¿no puedes hacer nada bien?

Una risa burlona se escuchó en lo alto y los dos miraron hacia allá. Chu WanNing se colocó frente a Mo Ran con TianWen en la mano como si quisiera protegerlo de cualquier cosa, pero la figura en las alturas se acercó diciendo:

— Chu-zongshi, no es necesario que recurra a eso.

Se trataba de un niño, una pieza de ajedrez blanca enviada allí para dar un mensaje. Aquella cosa sonrió de manera desagradable y dijo:

— No puedo creer que nos hayan empujado a hacer esto. Todo lo que quería era obtener al chico, y ahora esto es un desastre por su culpa.
— Yo no tengo nada que sea útil— dijo Mo Ran.
— Claro que lo tienes. ¡Tu núcleo dorado, por supuesto! Además de tener una extraña raíz de madera mezclada con hielo, es un tesoro raro que me será útil para lo que quiero hacer. Bueno, Chu-zongshi, como tú me has hecho un favor importante los dejaré ir, pero deben saber que si alguien se entera de esto, las plumas que se usan para comerciar aquí acabarán con el cultivo de todos, y tú no quieres eso, ¿verdad?

Tras decir esto, el niño se hizo polvo dejando tras de sí solo una pieza de ajedrez blanca. Mo Ran se rascó la cabeza y, mirando a Chu WanNing, preguntó:

— ¿Y ahora qué hacemos?
— Sea lo que sea que quiere hacer, es obvio que necesita una raíz espiritual de madera— dijo Chu WanNing—. Lo que quiere decir que va a ir a las subastas, por lo que debemos comenzar a buscar allí. No puedo dejarte volver en este momento, así que vendrás conmigo, y no te metas en problemas.
— Shizun, mira.

Frente a ellos, los cuerpos de la tribu emplumada comenzaron a secarse, del mismo modo en que habían hallado todos los cuerpos en el lago JinCheng: les estaban sacando el alma divina justo frente a sus narices. ¡Qué descaro! Sin embargo, Chu WanNing se preguntó qué clase de técnica prohibida necesitaba almas divinas para llevarse a cabo. Con la cuestión aún dando vueltas en su cabeza, Chu WanNing tomó a Mo Ran del brazo y salieron de allí.

&&&&&

Con una última estocada, Shang QingHua terminó con el último miembro de la tribu emplumada que se convirtió en un amasijo de cenizas con una pieza de ajedrez negra en el centro.

— ¿Qué está pasando aquí?— gritó alguien—. ¿Cómo es posible que alguien haya usado la formación de Ajedrez Zhenlong aquí sin que nos diéramos cuenta.
— Debieron usar una matriz de ocultamiento— dijo Shen QingQiu—. Lo mejor será volver a nuestras sectas y reagruparnos. Ming Fan, trae aquí al joven maestro Xue y sus compañeros, lo mejor será que se queden en mi cumbre un tiempo.
— Sí, Shizun— dijo Ming Fan haciendo lo que le pidieron.

Tras ver a Shang QingHua hecho un manojo de nervios, Shen QingQiu se acercó a él y dijo en voz baja:

— Tu hijo está ahora con Chu WanNing. Va a estar bien.
— Eso espero— dijo Shang QingHua.

Algo no estaba bien en esto y él iba a llegar al fondo del asunto.