++ Noventa y siete ++

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Mo Ran observó estupefacto a las personas frente a él. La calidez que sentía al ver finalmente a Chu WanNing se mezcló con el anhelo de Mo Xi por estar cerca de Gu Mang. Ansiaba correr, abrazarlo y besarlo, pero se contuvo por respeto al joven y su persona amada. Gu Mang sonrió, haciendo un gesto con la mano para que se acercara, y dijo:

— Venga, por favor. Le aseguro que mis intenciones no son maliciosas— y volteando hacia Chu WanNing, añadió—. Voy a tomarme el atrevimiento de examinar a su estudiante, espero que no le moleste.

Chu WanNing negó con la cabeza, diciendo:

— Mo Ran, ven aquí.

— Sí, Shizun— dijo Mo Ran acercándose.

Gu Mang le tomó la muñeca, analizando su pulso a conciencia, y frunció el ceño para soltarlo al poco tiempo.

— No esperaba esto— dijo—. Mo-zongzhi, sus dos almas se han complementado satisfactoriamente.

— Digamos que Xihe-Jun y yo nos pusimos de acuerdo— dijo Mo Ran rascándose la cabeza con gesto de embarazo.

Gu Mang se echó a reír, pero en sus ojos podía verse una gran melancolía.

— Recuerdo cuando nos conocimos— dijo—. Todos se metían con él, fue imposible para mí quedarme de brazos cruzados así que lo mantuve a mi lado. Era alguien muy serio, así que me encantaba burlarme de él— un suspiro brotó de sus labios, y añadió—. Mo Xi fue mi shidi, fue uno de mis generales, y se convirtió en mi primer y único amor. Fue difícil para mi enterarme de que no podría reencarnar.

— Así que buscó una solución— dijo Mo Ran.

— Mi hermano, Murong Lian, me ayudó con eso— dijo Gu Mang—. Él tenía su propia familia y aún así se prestó a ayudarnos. Me pregunto que habrá sido de sus descendientes.

Mo Ran sonrió pensando en Shang QingHua.

— Podrá encontrar al último de ellos en la montaña Cang Qiong— dijo—. Pero...

— ¿Qué pasó con Mo Xi que le impedía reencarnar?— le interrumpió Gu Mang con una sonrisa astuta, quitándose un collar con una piedra negra—. Esto fue lo que pasó.

— Una piedra de inversión— dijo Chu WanNing con un leve gesto de sorpresa—. Esto permite a quien la posee invertir cualquier cosa que deseé, incluso puede viajar en el tiempo. ¿Dónde la consiguieron?

— En el inframundo— respondió Gu Mang—. Pero eso no importa ahora. Mo Xi usó la piedra conmigo, y eso le privó de reencarnar.

Mo Ran respiró hondo y preguntó:

— ¿Cómo murió?

La expresión de Gu Mang se hundió con esa simple pregunta, pero aún así respondió:

— Lo mató un grupo de demonios mientras buscábamos el cetro Xuè Hé.

Después cerró los ojos, recordando.

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La melodía de Fengbo se condensó en un ataque que dispersó a los demonios que los rodeaban. Gu Mang miró a su alrededor, Mo Xi y Murong Lian se habían perdido de su vista durante la trifulca y aunque sabía que ambos estarían bien no pudo evitar preocuparse.

Eran la única familia que le quedaba, no podía evitar ser aprensivo al respecto.

De repente sintió un corte feroz a lo largo de su espalda que lo tiró al suelo con fuerza haciéndole soltar la suona. ¿Dónde se habían metido? Habían estado en su rincón del mundo durante demasiado tiempo, no tenía idea del momento en que lugares tan salvajes como éste existían. Gu Mang volteó en el momento justo que un rayo rojizo atravesaba al demonio que lo había atacado y Mo Xi se acercó a él extendiendo su mano para ayudarlo a levantarse.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora