Una nueva vida

++ Ochenta ++

Mo Ran había tomado una decisión: dejaría de lado sus intentos por revolver su alma para dejar al descubierto el alma adherida de Mo Xi y se dirigiría a la tierra demoníaca del Norte para ayudar a sus padres. Tenía el presentimiento de que algo muy malo iba a pasar y quería ayudarlos.

Pero primero iba a engatusar a su maestro.

Con eso en mente decidió salir con Chu WanNing para recorrer la ciudad YinYang. Mo Ran había estado una vez ahí, pero aún así había varios sitios que conocía; su favorito era la plaza central, con una bella fuente de agua que emitía destellos de colores, por lo que decidió llevar allí a su maestro luego de recorrer el pueblo. Por su parte, Chu WanNing no podía dejar de vigilar a Mo Ran temiendo que éste tramara algo, pero fue cuestión de tiempo para que se olvidará del asunto mientras recorría el lugar. De todas formas podía imaginarse qué pensaba hacer el muchacho, solo esperaba que se lo dijera de frente. 

Había recibido una carta del pico SiSheng ese mismo día, sus discípulos estaban fuera de la secta: NanGong Si había decidido volver a la secta RuFeng para ver si encontraba algún rastro de Xu ShuangLin, Xue Meng y Ye WangXi habían decidido acompañarlo y aún no había noticias de ellos. Con NanGong Liu y Zhang SuiYing desaparecidos, era probable que las personas agraviadas por el líder de la secta RuFeng quisieran buscar a NanGong Si. Chu WanNing sospechaba que Xue Meng había ido con ellos como una forma de mostrar el apoyo del pico SiSheng, y probablemente él quería buscar a Feng Shiyao.

— Shizun.

Mo Ran se había detenido frente a la fuente de agua y tomó la mano de Chu WanNing fijando su mirada en esos ojos de fénix que amaba. 

— Quiero ir al reino del Norte— dijo.

— Le dije a tu padre que era una tontería tratar de engañarte— dijo Chu WanNing negando con la cabeza—. Sabes por qué volvieron, ¿no?

— Lo supuse desde que Gu Mang mencionó el embarazo de Song QiuTong. Luego la vi a ella usando magia de hielo y sumé dos más dos.

Chu WanNing suspiró con pesadez y asintió. Después de todo era importante para Mo Ran, no podía impedirle que fuera.

— Entonces, este maestro te acompañará.

Mo Ran sonrió y besó a Chu WanNing. Fue un beso tierno y corto, con el que solo quería mostrarle su cariño y agradecimiento. Después de su recorrido por el lugar ambos empacaron las pocas cosas que habían logrado llevar consigo y se fueron de ahí.

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Luego de un día de viaje, Mo Ran y Chu WanNing llegaron a una de las ciudad fronterizas con el Reino Demoníaco. Por el camino habían escuchado varias noticias respecto a lo sucedido en la secta RuFeng. El templo Zhao Hua había enviado a gente al palacio Huan Hua para investigar a la secta, mientras el palacio Khunlun era exhaustivamente investigado por lo sucedido en contra de NanGong Xu. NanGong Yan había muerto en el incendio y su hijo NanGong Pan estaba desaparecido. La montaña Cang Qiong estaba ocupada lidiando con los demonios que intentaban atacar el palacio Huan Hua y que se llevaban a varios pueblos en sus ataques por haber intentado traicionar a Luo BingHe.

Esto era un pandemonio y no parecía haber forma de resolverlo pronto.

— Conseguí una posada— dijo Mo Ran llevando a Chu WanNing al sitio—. Pero solo había una habitación.

— No importa— dijo Chu WanNing.

Mo Ran tenía en mente lo dicho por Luo BingHe: no era buena idea cruzar al Reino Demoníaco de noche. Era más seguro hacerlo por el día, de modo que él haría eso por más ansioso que estuviera. No había oído absolutamente nada de su padre en todo su camino y temió que dieran por muerto a Shang QingHua. Temió llegar tarde. Temía perder a sus padres. 

— Mo Ran. Cálmate— dijo Chu WanNing—. No puedes ceder a tus demonios internos. 

El joven asintió. Tenía que estar cuerdo para llegar al final de todo esto.

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Ya le voy a meter nitro a esto. Así que prepárense para la ola de cuchillos para todos (?)