++ Sesenta y seis ++

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Mo Ran regresó al pico SiSheng luego de la visita a su familia. Ahora que tenía abuelos y tíos debía ser cuidadoso para poder vivir y visitarlos más tiempo. 

Lo primero que hizo, luego de ponerse al corriente con sus clases, fue ir al Pabellón de Loto Rojo para ver a su maestro. El joven tocó la puerta y esperó pacientemente, al cabo de un rato la voz ahogada de Chu WanNing se escuchó en el interior.

— Adelante— dijo.

Mo Ran entró a la desastrosa vivienda. Chu WanNing estaba trabajando en un ghoul, pero aún así se dio el tiempo de voltear hacia su alumno con un pincel en la boca, mientras sus manos sostenían un cincel y un martillo.

— Este discípulo saluda a Shizun— dijo Mo Ran.

Chu WanNing dejó las herramientas a un lado y asintió con la cabeza a manera de saludo.

— Bienvenido— dijo—. ¿A qué viniste aquí?

— No vi a Shizun en las clases, así que me preocupe y quise saber si todo estaba bien.

Chu WanNing frunció el ceño. No había estado del todo bien: por las noches había sido atormentado hasta el cansancio con sueños terribles que no era capaz de entender del todo, lo cual le irritaba.

— Estoy bien— dijo agitando la mano—. Puedes irte. 

Mo Ran se mordió el labio inferior, con una idea rondando en su cabeza. En realidad, esta idea había aparecido desde el año anterior pero había estado ocupado con muchas cosas y no le había prestado atención. Tal vez era hora de ponerla sobre la mesa. 

— Shizun, ya soy mayor— dijo.

— Incluso un ciego podría verlo— dijo Chu WanNing—. ¿Para qué me dices esto?

— Shizun… ¿Tú esperaste por mí?

Chu WanNing se quedó inmóvil al escucharlo, y el silencio se instaló entre ambos. El mayor recordó lo dicho por su alumno luego que salieron del lago JinCheng, junto con todas las cosas que le había dicho a Xia SiNi y apartó la mirada.

— Tú… ¿hablabas en serio?— preguntó al fin.

Mo Ran tomó una de las manos de Chu WanNing y la acercó a su rostro, besándola suavemente.

— Nunca hablé más en serio en toda mi vida. Shizun, te quiero, no como un estudiante a su maestro, yo… te amo. WanNing, te amo. Quiero sostener un paraguas para tí toda mi vida.

— Tengo mal genio— dijo Chu WanNing.

— Para nada. Shizun es amable y gentil— dijo Mo Ran.

Chu WanNing volteó a verlo finalmente.

— Soy viejo— dijo.

Con una sonrisa, Mo Ran replicó:

— Entonces me convertiré en el pilar que pueda sostenerte.

— Soy feo— replicó Chu WanNing.

— Mira mis ojos— dijo Mo Ran—. Así verás tu reflejo en ellos, y verás la gran belleza que posees. 

Los ojos de fénix de Chu WanNing se fijaron en su estudiante, sonriendo por fin.

— ¿Esperaste a que tu padre despertara para decirme esto?— inquirió.

Mo Ran asintió sin decir nada. Una de las manos de Chu WanNing se posó en la mejilla de Mo Ran, y el joven se inclinó para besar a su maestro sin ser rechazado. Quiso llorar de la alegría, su amor era correspondido por su amado. 

No podía esperar a decirle a sus padres. 

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Shang QingHua escupió el té que había bebido y tosió en repetidas ocasiones.

— ¡Shizun!— exclamó Li Mingzhe corriendo hacia él—. ¿Se encuentra bien? ¿El té estaba mal?

— Está bien, está bien— dijo Shang QingHua tranquilizando a su discípulo—. Bebí demasiado rápido, es todo. 

En realidad, el sistema había brincado ante sus ojos con un anuncio.

[ ¡Felicidades! ¡Felicidades! ¡Felicidades! Las cosas buenas deben decirse tres veces.

Se ha producido un evento importante de manera satisfactoria, por lo que se le otorgan 1000 puntos B y tiene acceso a un nuevo plus. ¿Desea instalarlo? ]

"Ah, qué demonios. Instala la cosa"

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Fue en ese momento cuando Shang QingHua escupió el té. ¿Qué clase de…? Ah, para qué perdía el tiempo cuestionando al sistema, decidió aprovechar mejor su energía pensando en cómo aprovechar a su favor este nuevo plus.

El Shang QingHua temeroso había muerto en la ciudad de Cai Die. Ya no iba a dejarse intimidar por nada ni por nadie, nunca más.

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Hermano Avión siendo una diva empoderada es todo lo que necesitamos.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora