** Ciento trece **

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Los años pasaron. Las memorias de Huai Zhui se fueron distorsionando, fusionándose lentamente en la laguna de su mente, siendo los años pasados con Chu WanNing lo único que conservaba. A pesar de su decisión de permanecer lejos de los asuntos del mundo, seguía de cerca las peripecias de su estudiante, sin atreverse a acercarse a él nuevamente.

Se hizo pasar por un visitante de la secta RuFeng para verlo al lado de Rong Yan y un pequeño NanGong Si, pasó una vez al pico SiSheng para verlo está vez rodeado de más personas, se enteró de todos y cada uno de sus movimientos… pero no volvió a presentarse frente a él. Nunca más lo vería de nuevo, un castigo a su penitencia por sus acciones. 

Y entonces, un día se presentó un joven inmortal al templo Wubei solicitando asilo, ya que deseaba cultivar en aislamiento y se le dejó a cargo del maestro Huai Zhui para que supervisara su desarrollo en caso de que tuviera algún problema. El nombre de este joven era Yue Chenqing; y Huai Zhui confió en él lo suficiente para confesar sus crímenes, sus pecados y lo que hizo.  Lejos de juzgarlo, Yue Chenqing lo escuchó pacientemente y dijo con tristeza:

—De cualquier manera no habría funcionado. Lo siento. 

—¿Qué quiere decir? —preguntó Huai Zhui, confundido. 

—Maestro, la madera del Bosque Divino del Emperador de la Llama no solo puede refinarse para crear una persona viva —dijo Yue Chenqing—. En su interior se puede sellar el alma fragmentada de alguien que haya tenido una muerte violenta, ya que de ese modo podrá restaurarse para entrar al ciclo de la reencarnación. Y ya que usted ha confiado en mí, yo también confiaré en usted. 

Yue Chenqing sonrió con nostalgia y preguntó:

—¿Ha escuchado hablar sobre la Ignorancia de Chonghua?

—Su nombre era Murong Chuyi —dijo Huai Zhui—. El mejor maestro refinador del reino.

—Él era mí tío —dijo Yue Chenqing—. Cuando murió, reuní los fragmentos de su alma y los sellé en el árbol divino. Y creo, que cuando usted creó a una persona, esa alma sellada ocupó ese cuerpo. Lamentablemente, Chu Lan no habría podido ocupar el cuerpo de Chu WanNing porque…

—El alma de Murong Chuyi ya estaba ocupando ese cuerpo.

Había actuado en vano, como todo lo hecho en su vida. Sin embargo, al final de su existencia, mientras el aura Yin se iba acabando, Huai Zhui solo lamentó no poder enmendar sus errores con Chu WanNing.

Con este último recuerdo, el pergamino se apagó sellándose de nuevo. El silencio se apoderó de la habitación mientras las últimas imágenes del pergamino se desvanecían, Mo Ran observó a Chu WanNing y éste le devolvió la mirada con altivez; pero aún así el joven pudo notar la tristeza en los ojos de su maestro. 

—Dijo que no era humano… —musitó Chu WanNing, retrocediendo lentamente.

Mo Ran corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.

—WanNing, eres humano —dijo con tristeza—. Eres una persona, y eres el hombre que amo. Tienes tu propia conciencia, y tu propio corazón.

Chu WanNing no rechazó a Mo Ran, y al cabo de un tiempo lo abrazó, aferrándose a él como si fuera lo único que le quedaba en este mundo. 

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—¿Crees que Xu ShuangLin intentaba revivir a Luo FengHua del mismo modo que Huai Zhui?

El periodo de angustia había pasado. Mo Ran y Chu WanNing habían dormido juntos, y cuando al día siguiente el sol se alzó en el cielo, ellos decidieron dejar atrás el dolor por lo sucedido. Fue entonces que Mo Ran pensó en la técnica de renacimiento que Huai Zhui había investigado en su intento por revivir a Chu Lan y había llegado a aquella conclusión.

—La técnica del renacimiento no es un proceso muy conocido, pero siempre existe la posibilidad de que los demonios celestiales la conozcan —explicó Mo Ran—. Si Lingguang-Jun y Hua BiNan conspiraron junto a Xu ShuangLin, es posible que él haya tenido acceso a esa técnica prohibida. Tal vez pensando en ello, crió a Ye WangXi para ser el recipiente físico del alma de Luo FengHua.

—Pero al final resultó ser un engaño— dijo Chu WanNing—. ¿Con qué objetivo?

—Necesitaban un chivo expiatorio. O un sacrificio para la cuarta técnica. Pero al final, NanGong Pang lo arruinó para Hua BiNan.

—¿Por qué?

—No lo sé.

Si tan solo Mo Xi fuera más comunicativo al respecto, Mo Ran podría saber qué era lo que quería hacer Murong Chen. Si tan solo Murong Chuyi despertará completamente, podría advertir a Chu WanNing sobre la posibilidad de encontrar a Jiang Yexue. Pero no tuvieron tiempo de pensar en nada más cuando un fuerte estruendo se escuchó fuera del templo y ambos salieron corriendo para ver qué sucedía.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora